Los Denver Nuggets han llegado a las Finales de la NBA 2023 gracias a su baloncesto bien jugado. Su vocación eminentemente colectiva, sin fisuras ni afanes individualistas, les ha permitido dominar la competición todo el año y les ha premiado con su primera eliminatoria por el título de la historia. Su visión del juego, pura armonía, movimiento de balón y altruismo, les permitió desplegar una de las exhibiciones más bellas que se recuerdan en el gran escenario de la liga, tanto que hasta les emocionó a ellos mismos.
“Solo queremos ganar el título. Jugamos un baloncesto sencillamente fluido y bello”, destacó Jamal Murray, que lideró la batuta junto a Nikola Jokic para convertirse en la tercera pareja de compañeros que suman 20 puntos y 10 asistencias en unas Finales. Los mitos que les acompañan lo dicen todo: Scottie Pippen y Michael Jordan; James Worthy y Magic Johnson. Más quilates imposible. Juntos, involucrando a todos sus compañeros, liquidaron por 104-93 a los Miami Heat para regocijo del público del Ball Arena en Colorado.
Michael Malone felicita a Nikola Jokic y Jamal Murray
El mayor ejemplo de la sinfonía de Denver es, una vez más, Jokic. El serbio lanzó cinco veces a canasta en tres cuartos y aún así dominó el compás del encuentro, alimentando a sus compañeros posesión tras posesión con aparente omnisciencia. “Esa es la belleza de Nikola, y lo aprendí hace mucho tiempo”, celebró Michael Malone, técnico de la coral de Colorado. “Nikola nunca fuerza. Si le dan tanta atención, se va a las 10 asistencias al descanso. Te hace trizas”, añadía.
El colectivo brilló mientras Jokic dominaba de puntillas, sin hacer ruido, lanzando pases de genio como única huella evidente de su impacto, y además sin errar un solo tiro al descanso, un dato solo reconocible al repasar la hoja estadística y descubrir su regalo. “Así es como aprendí a jugar a baloncesto… es difícil defender cuando no sabes quien te va a atacar”, comentaba el dos veces MVP. “No fuerzo, nunca fuerzo, diría. Tomo lo que me da el juego”.
Tanto Michael Porter Jr. como Murray destacaron la ubicuidad del coloso serbio. “Es lo más loco del Joker. Puede tener un impacto enorme y lanzar tres veces a canasta. No le importa un bledo“, sonreía el primero. “Dominó hasta el último cuarto y ni siquiera lo notamos”, añadía el base canadiense. “Todos hacemos algo, nos movemos. Creo que es una marca de baloncesto muy bonita, y todos compramos esta idea”, apostillaba Jokic.
Volviendo al colectivo, la gran conclusión sobre estos Nuggets, Murray daba en el clavo. “Hacemos las lecturas correctas sobre la pista. Es la belleza de lo que representa este equipo. Tenemos muchas armas y opciones distintas. Hay que defender a todos. Fluye libremente, y es muy divertido”.
La última palabra para el más serio del grupo, un Jokic que lleva la fiesta por dentro, pero que disfruta como un niño con el juego de su equipo. “Hemos hecho un buen trabajo. Todos han jugado genial, y es un gran debut para nosotros”, zanjaba la piedra filosofal del buen baloncesto de los Nuggets. “Lo más importante es ganar”. Toda una oda a la importancia de lo colectivo.