El Atlético de Madrid se jugaba la Liga ante Osasuna en el Metropilitano. El equipo rojiblanco salió a por todas desde el primer momento y en la primera mitad rozó el gol. Un primer tanto que no llegó por dos palos, las paradas de Herrera y la falta de puntería en otras ocasiones.
El primero en golpear a la madera fue Luis Suárez. El balón le llegó botando tras un gran pase atrás de Correa. El delantero uruguayo la detuvo, controló, recortó y cuando lo tenía todo de cara la pegó con todo su alma… pero la pelota se fue al palo.
Justo antes del final llegó el segundo palo del partido. En esta ocasión fue Saúl el que recibió un balón en la frontal y tras no pensárselo mucho sacó un disparo que superó al portero pero que se marchó desviado hasta pegar en el palo e irse fuera de puerta. Era la última ocasión más clara de la que gozó el Atlético de Madrid antes del descanso.
Un tanto que no llegó también por las buenas paradas de Herrera. El meta de Osasuna realizó hasta cuatro paradas durante el partido. La más clara la que le hizo a Luis Suárez en un mano a mano. Y es que es extraño que el charrúa tras tres ocasiones tan claras como tuvo (el balón al palo, la que le detuvo Herrera y otra que se marchó fuera) en la primera mitad se fuese sin goles en su saca.
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