PayPal, patrocinador de la camiseta de los Phoenix Suns, avisó públicamente de que esta será su última temporada con la franquicia a no ser que Robert Sarver, su actual y señalado propietario, decida renunciar a su cargo y vender al equipo. Es la última reacción que pone en duda la suspensión de un año y la multa de 10 millones impuesta por Adam Silver, a quien le recuerdan ahora que por algo similar o incluso menos obvio se expulsó a Donald Sterling de la propiedad de Los Angeles Clippers.
Este primer resbalón del comisionado ante una sanción vista como tibia por el colectivo de jugadores, directivos y sponsors de la competición sigue dando titulares y removiendo conciencias en el panorama mediático estadounidense.
Se le han girado en contra LeBron James, principal referente de la liga, y Chris Paul, principal referente de los Suns. Ahora, el CEO de PayPal quiso dejar clara su postura: “Somos una compañía que tiene un fuerte recorrido a la hora de combatir el racismo, sexismo y cualquier otra forma de discriminación. Después de revisar el informe de la NBA encontramos inaceptable la conducta de Robert Sarver y la vemos incompatible con nuestros valores”.
La amenaza llega luego: si al final de la temporada Sarver sigue vinculado de cualquier manera con la franquicia de Arizona, la compañía no renovará su acuerdo de patrocinio, un negocio que se extiende también a las Phoenix Mercury de la WNBA y el RCD Mallorca en La Liga.
Hace unos días, la NBA anunció el escarmiento a Sarver después de publicar una investigación independiente que constataba sus abusos de poder, conductas racistas y sexistas durante sus 18 años al frente de la organización.