Devin Booker tuvo que ver la derrota desde el banquillo y lo hizo con mala cara después de sufrir una lesión muscular en el gemelo derecho, similar a la que ha dejado K.O. por ahora a Luka Doncic en estos playoffs. Los Phoenix Suns no se recuperaron de la pérdida del escolta, autor de 31 puntos al descanso, y terminaron por claudicar por 114-125 ante unos New Orleans Pelicans tremendamente competitivos y liderados por un genial Brandon Ingram, autor de 37 puntos, 11 rebotes, 9 asistencias, un robo y un tapón.
Los pupilos de Willie Green, que el curso pasado era el principal ayudante de Monty Williams en los finalistas Suns, supieron en todo momento cómo trastocar los planes del equipo local, favorito por goleada en la eliminatoria tras su curso de 64 victorias en 82 partidos de temporada regular.
Si algo quedó claro en el play-in, que sirvió a los Pelicans para colarse en los playoffs con sendas victorias ante los San Antonio Spurs y Los Angeles Clippers, es que Green ha revestido al conjunto de Luisana con carácter competitivo y, sobretodo, pedigrí ganador. La llegada de CJ McCollum en febrero ha sido otro movimiento clave en la transformación de un equipo que arrancó la temporada con un balance de una victoria y 12 derrotas.
McCollum, hasta hace bien poco el hombre a la sombra de Damian Lillard en Portland, se ha destapado como un líder natural en New Orleans, y anoche lo volvió a demostrar con 23 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias. Colaboraron al triunfo también el novato Herb Jones, con 14 puntos, Larry Nance Jr., con 13, y Jonas Valanciunas, un seguro de vida interior con sus 10 puntos y 13 rebotes. Willy Hernangómez no jugó ni un minuto.
En el último cuarto, los triples permitieron a los visitantes aplacar el apretón local. Phoenix intentó coser su fórmula ganadora tras romperse las costuras con la lesión de Booker, máximo anotador del equipo pese a haberse perdido la práctica totalidad de la segunda mitad. Chris Paul lo intentó con 17 puntos y 14 asistencias, pero terminó por rendirse ante su archienemigo al silbato, un Scott Foster con quien ha perdido 14 encuentros de playoffs de forma consecutiva.
Evidentemente, no fue una anécdota arbitral el que doblegó a los Suns. New Orleans supo mantenerse a tiro en la primera mitad, llegando al descanso 61-56 abajo. Una jugada defensiva de Booker, que intentó frenar a Nance Jr., pareció ser el origen de sus molestias en el gemelo derecho. El conjunto de Arizona no quiso arriesgar lo más mínimo y sentó al escolta de inmediato. Su posado serio no dejó lugar a dudas de que la cosa era preocupante.
Fue precisamente la defensa lo que machacó a los Suns ante su público. Los Pelicans tuvieron su mejor noche en triples de todo el año, con un 17 de 31, y las últimas derrotas de Phoenix llegaron precisamente ante exhibiciones de perímetro. En la segunda mitad, los visitantes asestaron su golpe con un parcial de 22-34 en el tercer período, y en el último se encargaron de enfriar los intentos de remontada acertando una y otra vez de tres.
Phoenix, el mejor equipo de la temporada, deberá reagruparse y recordar todo lo bien que han jugado este año. Ahora necesitarán asaltar New Orleans para evitar apuros mayores en una eliminatoria que se consideraba un mero trámite.