Rapapolvo para acabar, y rapapolvo para empezar en la Gran Manzana. Los New Orleans Pelicans de Willy Hernangómez -que no saltó a la pista-, refrescaron la sensación de impotencia con la que los Nets terminaron la temporada pasada tras el 4-0 sufrido contra los Celtics en play-offs, ‘apaleados’ en su propia casa por un doloroso 130-108 y un furioso Zion Williamson, que retornó con 25 puntos tras año y medio ausente por lesión. Dio visos’ junto a Brandon Ingram (28 tantos) y McCollum (25) del ‘Big Three’ que se puede formar ahí. Kevin Durant no pudo asumirlo todo en los Nets pese a sus 32 puntos en 32 minutos.
Lo que tiene que esconder Durant es demasiado, empezando por sus dos compañeros de tridente. Ben Simmons, la antítesis su regreso del de Williamson, se quedó sólo 4 puntos y tres tiros tomados, más 5 asistencias y 6 faltas que le despidieron en el último cuarto, con un -26 con él en la cancha para Brooklyn. “Si no soy agresivo, este equipo no va”, dijo el polémico base australiano. El otro miembro de la tripleta, Kyrie Irving, registró 15 puntos pero con un pobre 6/19 en tiros. De nada sirve tener a los mejores cromos sino logras el álbum completo y ese es el problema de unos Nets en los que sólo se apuntaron como ‘extras’ Patty Mills (16 tantos) y Nic Claxton (13). El problema es que ni siquiera todos los cromos bonitos lucen.
Tan frágil es ahora mismo el equipo de Steve Nash que ya habían perdido con el partido apenas empezado, con un tan demoledor como desolador -tanto en ataque como en defensa-, 32-14. El despertar de Durant en el segundo periodo con 15 puntos amagaba con reanimar a la franquicia neoyorquina -58-50-, pero fue un espejismo en el desierto en el que se halla ahora mismo Brooklyn, sin un pívot de referencia un año más, en el que escasea el juego interior que tanto abunda en New Orleans.
La incertidumbre de Willy Hernangómez
Y en el limbo empieza la temporada Willy Hernangómez, más rodeado de incertidumbre que nunca. Si hay algo que es muy largo es la NBA, pero no amanece demasiado clara para el mayor de los Hernangómez. Aun viniendo de su mejor año en la mejor liga del mundo, de su colosal Eurobasket con MVP incluido, de otro alarde de máxima eficiencia en pocos minutos en pretemporada, Willie Green -quien sólo le hizo jugar sólo dos minutos el curso pasado entre Play-in y play-offs-, empieza dejándole en el banquillo.
Desde luego, ni el formidable regreso de Williamson, ni buenas actuaciones como las de Nance Jr. -8 puntos y 9 rebotes en 21 minutos-, y, sobre todo Jonas Valanciunas -15 tantos y 13 rebotes en 27-, son buenas noticias para él con similar feroz competencia en la pintura. Pero si incluso los Nets, con sus miserias, están a tiempo de cambiar las cosas, Willy, en la mejor forma de su vida, puede de sobra. Nunca se ha cansado de demostrar.