Alcanzar la última jornada con los deberes por hacer genera estrés e incertidumbre. Un cara o cruz de noventa minutos al que el Athletic se ha acostumbrado en el presente siglo. Lo que vivirá mañana en el Sánchez Pizjuán, con una plaza para la Europa League en liza, no será algo novedoso. Los leones han tenido experiencias para todos los gustos. Dependiendo de sí mismos, como sucederá ante el Sevilla, o esperando ayudas de terceros. Cuatro casos distintos. En dos encontraron la recompensa.
El precedente más cercano se dio en la temporada 2016-17. El Athletic se plantó en la 38ª jornada en el Calderón ante un Atlético que nada se jugaba, pero que deseaba despedir su estadio con un triunfo. Los bilbaínos eran sextos y aspiraban al quinto puesto, sin embargo cayeron al séptimo después de perder 3-1 y de que la Real Sociedad empatara en el último suspiro en Vigo. El cuadro rojiblanco tuvo que esperar a que el Alavés perdiera la final de Copa frente al Barça para asegurar el billete continental con dos previas de peaje. Fue un no, pero sí.
En el precedente más cercano, perdió en la despedida del Calderón y se clasificó gracias a la derrota del Alavés en la final de Copa
La caraja con la que el Athletic salió al Calderón fue de órdago. Fernando Torres firmó un doblete en los diez minutos iniciales que puso la empresa muy cuesta arriba. Williams dio algo de esperanza mediada la segunda mitad con su gol, pero Correa sentenció cerca del final a una escuadra bilbaína volcada porque sabía que con un punto accedía directamente a la fase de grupos.
Más tranquilo fue todo en la jornada final de la campaña 2014-15. San Mamés fue una completa fiesta para despedir a Andoni Iraola. El Athletic recibía a un Villarreal pensando en las vacaciones. Los leones defendían una séptima posición que tenía pasaporte europeo dado que una semana más tarde también disputaban la final de Copa frente al Barça.
No hubo emoción en lo futbolístico aquel día en Bilbao, puesto que el Athletic se impuso por un contundente 4-0. Aduriz adelantó a los de Valverde de penalti, Iraola aumentó la renta en el día de su agur y Beñat clavó un libre directo antes del descanso. La guinda la puso Aduriz a la hora de fútbol.
Hay que retroceder hasta el curso 2002-03 para volver a ver a un Athletic luchando por un billete continental en la última jornada liguera. Aquí no hubo premio pese a depender de sí mismo. Perdió 3-1 en el Bernabéu y cedió la sexta plaza que ocupaba en beneficio del Barça, que derrotó al Celta. El Real Madrid, por su parte, ató el título y dejó con la miel en los labios a la Real Sociedad. Alkiza firmó el momentáneo empate que dedicó a un Javier Uría que había fallecido unos días atrás, pero no sirvió de nada.
En 2015 certificó el pase goleando al Villarreal en el agur a Iraola y en 2003 se quedó a las puertas ante un Real Madrid que ganó la Liga
También hubo cacao europeo una temporada antes en Tenerife, aunque con tintes surrealistas. El Athletic era noveno y necesitaba ganar y una serie de carambolas con Alavés y Sevilla como protagonistas que no se dieron. Hubo un apagón en el Heliodoro cerca del intermedio que obligó a detener el juego una hora. Cuando se reanudó, todo el pescado estaba vendido. Los leones conocían de antemano que Europa era imposible ni ganando, como así sucedió (2-3), y el Tenerife se sabía descendido. Para el Athletic fue un sí, pero no.
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