Los que suben y bajan tras esta Supercopa


La Supercopa de España fue un tanto frustrante para el Atlético de Madrid. El equipo de Diego Pablo Simeone hizo un enorme esfuerzo para acabar ahogándose en la orilla como en tantas otras veces. Algunos jugadores salen reforzados de la cita pero otros no tanto.



Felipe es uno de los que crece en cada partido. Ni siquiera una tarjeta amarilla al borde de la media hora, por una entrada sobre Jovic, frenó al central brasileño. Imponente por alto como siempre, bien al cruce e intenso en la anticipación. Un par de errores, sobre todo en la salida de balón, interrumpieron su poderoso partido en el centro de la zaga. En la cita ante el Barça sufrió algo más pero de nuevo fue un titán, ahora mismo el jugador en el que más confía Simeone en el centro de la defensa.

Otro de los nombres destacados, el de Correa. Este domingo no fue tan decisivo como en las últimas ocasiones. Había participado en seis de los últimos ocho goles de su equipo. Pero completó un buen partido, sacrificado en defensa. Imprevisible, como siempre, con la pelota. Muchas veces embarullado, otras desbordante. También funcionó en la presión. Ante el Barça, clave, es el jugador diferente que ahora mismo tiene el Atlético en ataque.

Thomas Partey es otro de los que hizo una Supercopa notable. El medio del campo del Atlético es suyo. No hay dudas. Su derbi fue potente. Firme en el repliegue, omnipresente por momentos en la presión o en el corte, sobre todo en el primer tiempo, y el sostén evidente del conjunto rojiblanco en el centro. Le faltó más en ataque, como a su equipo. Lo intentó con una falta directa lejana cuando el encuentro apuntaba ya a la prórroga. Su borrón fue el penalti fallado en la tanda.

Otro del que no hay dudas, ni por rendimiento ni por actitud. Álvaro
Morata. Presión, entrega, intensidad, valentía y verticalidad. Ante el Real Madrid le faltó el gol que sí tuvo contra el Barça, pero su partido fue notable. Potente de principio a fin. No tuvo eficacia. Ni en el minuto 79, cuando perdonó ante Courtois, ni en el remate de chilena en el 107. El delantero se disponía para su mejor oportunidad en el 115, camino de medirse a Courtois, pero Fede
Valverde lo derribó por detrás. Grandes encuentros del ‘9’, en cualquier caso.

Por último, Marcos Llorente, la sorpresa en positivo de esta Supercopa. El madrileño demostró que puede serle muy útil al Atlético de Madrid. Le dio fuerza al medio campo, cobertura y presencia. Ante el Barça estuvo a punto de lograr un golazo. Esperemos que sus apariciones no terminen aquí y que se le dé más confianza.

LAS DUDAS

Joao
Félix es sin duda la gran decepción de la Supercopa para el Atlético. Necesita mucho más el Atlético de él. No basta con una inconstancia entendible al principio, en sus primeros días en el equipo, pero insuficiente ahora. Ni tampoco con los detalles. O con la intención. Un futbolista de su clase, nivel y precio debe aprovechar el regalo que le dio Sergio Ramos al comienzo del duelo de este domingo, por ejemplo. Ahí, en el gol, está la diferencia entre lo común y lo determinante. No lo es aún Joao Félix. Ni por la delantera ni por la derecha, mientras acumula una cantidad inasumible de balones perdidos. Ni ante el Barça ni ante el Real
Madrid dio sensación de poder ser determinante.

Otro de los que han generado ciertas dudas en este trofeo es Renan
Lodi. Exigido por su banda izquierda en ambos partidos, el perfil por el que más insistió sus adversarios en la primera parte. Le cuesta más defender que atacar. Su inicio fue impactante, su presente ofrece dudas y su Supercopa fue irregular, de menos a más, pero sin la profundidad que demostró en el principio de curso. Ha decaído en los últimos tiempos. Como en el caso de Joao
Félix es muy joven y hay muchas expectativas puestas sobre ellos. Desgraciadamente, la paciencia no es algo que se estile en el mundo del fútbol y especialmente en un Atlético muy exigido.


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