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Los Raptors aleccionan a los Sixers al son de Siakam y Trent Jr.

Los Raptors aleccionan a los Sixers al son de Siakam y Trent Jr.

Cada desafío que afrontan Phialdelphia 76ers contra un contendiente al anillo es una lección que reciben, una dura reprimenda que se llevan. Los Toronto Raptors -en los que Juancho Hernangómez se no tuvo minutos de nuevo-, se quedan de momento en ‘outsider’, aunque no dejan de esgrimir argumentos para ser considerados para algo más. Su enérgica puesta en escena, bailando al son que marcaron un fabuloso Gary Trent Jr  -cuantiosa y ‘curiosa’ aportación con 27 puntos y ‘nada’ más-, y un Paskal Siakam constante en amasar puntos y asistencias -20 tantos y 13 asistencias-, resquebrajaron a unos Sixers (119-109) en números rojos (1-4), aunque ahora más centrados en las sensaciones que en las cuentas. “Nos patearon el trasero”, reconoció Doc Rivers. 

“Queda mucho trabajo por hacer, estuvimos bien en ataque pero no en defensa, nos falta comunicación”, advirtió el técnico de los de Pensilvania, perseverante también en su discurso de la paciencia y una comunicación a la que también aludió Tyrese Maxey tras el partido. En la espléndida actuación del base se sustentaron las esperanzas de remontada de unos Sixers que se quedaron rezagados ante le ritmo y el acierto de los Raptors ya en el primer cuarto. Un magullado pero obstinado Joel Embiid tuvo su espacio -31 puntos y 12/17 en tiros de campo-, igual que un anoche menos productivo James Harden -18 tantos, 9 asistencias y 7 rebotes-, pero la metódica y aplicada defensa de Toronto restringió su aportación en los momentos clave. 

Las varias victorias de Nurse sobre Rivers en el primer cuarto fueron los fundamentos del triunfo de la franquicia canadiense (35-27). Pasión de unos Raptors espoleados por el despido en primera ronda de play-offs el año pasado a manos de los Sixers, pero también intelecto. Uno de los grandes alicientes de la previa giraba entorno al siempre interesante duelo entre Embiid y Siakam, por sus lazos -ambos de Camerún-, por tratarse de dos perfiles de pívot, uno más poderoso y el otro más atlético, totalmente antagónicos. Se trataba de un día especial para el país africano, al coincidir tres cameruneses con Christian Koloko. 

Por decisión de ambos entrenadores, no hubo duelo en la primera parte, ni en un aro ni en el otro. Y ahí es donde ganó primero Nurse. Sin un Embiid al 100%, aunque el camerunés luego aseguraba en el vestuario que cada día se siente mejor, y temiendo quizá por la superioridad de Siakam en el perímetro si llevaba el duelo ahí, P.J. Tucker fue el asignado para encargarse del ‘center’ de los Raptors. El camerunés devaluó aún más a una de las incorporaciones de los Sixers de más lustre de este verano, haciendo lo que quiso con él con 15 puntos y un inmaculado 4/4 en triples sólo en el primer cuarto. 

El fugaz ‘small-ball’ de los Raptors, que buscaban constantemente sacar a Embiid a defender al perímetro, enloqueció al Scotiabank Arena y volvió locos a unos Sixers que también sufrían con las pérdidas (6 en la primera parte por ninguna de Toronto) y los triples en transición. A Nurse, al contrario que a su homólogo, le salió bien renunciar al ‘matchup’ Embiid-Siakam en defensa. Aunque con ‘pequeños’, los 2×1 del segundo cuarto agobiaron al ‘center’ de Philadelphia hasta el punto de que sólo anotó 2 puntos en este segundo parcial con un solo tiro de campo intentado -y fallado-, tras los 11 tantos de los 12 primeros minutos. Los Raptors supieron atenuar el riego de los 2×1 al dejar a tiradores liberados, pues los Sixers se quedaron en un 2/10 en triples en este periodo. 

El 63-53 de la primera parte ya indicaba hacia dónde iba la victoria .La erupción en el segundo tiempo de Tyrese Maxey en las penetraciones y los triples -21 puntos-, así como el hecho de que Embiid pasara a defender a Siakam mejoraron a Philadelphia, que se llegó a poner a 6 en el ecuador del tercer cuarto -71-65-, y mantuvo la diferencia por debajo de 10. Ante no un muy buen día en el tiro -5/12-, Harden fue inteligente y optó por compartir más el balón. Pero los 2×1 que le plantearon los Raptors al final contribuyeron también a prevenir una explosión anotadora de última hora como la de los Indiana Pacers. Los Sixers todavía no son un equipo como lo son y fueron los Raptors, con todo su quinteto titular en dobles dígitos. Philadelphia mejoró, pero todavía le queda mucho por aprender. 




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