Cambiar el frío canadiense por el calor de Tampa Bay no debe haber sentado bien a los Toronto Raptors que se vieron superados en su estreno de temporada por los New Orleans Pelicans, por 113 a 99. El equipo de Nick Nurse cuajó una gran primera mitad pero se diluyó tras el descanso, dejando lugar a las grandes actuaciones de su rival.
Brandon Ingram fue el gran protagonista del encuentro, bien escoltado por el resto del núcleo joven de los Pelicans y por el estallido anotador del veterano J.J. Redick. El alero, flamante ganador del premio a jugador más mejorado, se fue con 24 tantos, 9 rebotes, 11 asistencias y una gran carta de tiro, anotando 10 de sus 19 lanzamientos.
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Fue el líder de su equipo en casi todas las facetas estadísticas y también en lo moral, dirigiendo a los Pelicans cada vez que estaba en pista. Espoleado por la confianza de Steve Van Gundy y una rotación corta del entrenador, Ingram hizo destrozos en la defensa de Toronto desde el primer momento.
No todo fueron malas noticias para Toronto al principio, que empezó ganando el encuentro con solvencia y acumulaba una renta de 7 tantos al pasar por vestuarios tras el segundo cuarto. Kyle Lowry demostró por qué sigue siendo uno de los grandes bases de la liga, terminando con 18 tantos y 10 asistencias, además del mejor +/- del equipo.
El equipo, sin embargo, se vino abajo en la segunda parte. Un tercer cuarto demoledor de los Pelicans pilló por sorpresa a los nuevos inquilinos de Tampa, que fueron testigos de excepción de la explosión anotadora de Redick y la efectividad de Zion Williamson.
El mítico tirador terminó con 23 tantos, incluyendo 6 triples anotados, y demostró que aún puede ser una gran amenaza saliendo desde el banquillo. Igual de bien lo hizo williamson que en 30 minutos acumuló 15 tantos y 10 rebotes, para su primer doble-doble de la temporada.
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En Toronto costó encontrar referencias en ataque, con un Paskal Siakam más fallón de lo habitual y un Fred VanVleet que no conseguía encontrar el aro. Entre ambos sumaron 29 puntos, 20 y 9 respectivamente, pero fallaron 18 lanzamientos a canasta.
El último cuarto no fue más que un mero trámite, la confirmación de lo disputado hasta entonces y la sentencia final de los Pelicans. Mención especial merece también el joven base Lonzo Ball, llamado a dar un gran salto esta temporada y que terminó con 16 tantos, 5 rebotes y 2 asistencias, sin cargar demasiado sus porcentajes de tiro.
New Orleans se apunta de esta forma el primer triunfo del año y evidencia problemas en el conjunto de Nick Nurse. A los Raptors más les vale hacerse rápidamente a su nueva casa, pues les toca quedarse en Tampa un tiempo todavía.
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