Los Raptors encontraron, por fin, alivio ante el peligro que acecha -el de quedarse sin play-offs, viviendo bajo presión entre la necesidad de resultados inmediatos y un quinteto titular que amenaza con colapsar ante la sobrecarga de minutos. El equipo de Nick Nurse -3 triunfos y 7 derrotas en el tramo anterior-, puso en escena un clínico ejercicio táctico y otro de supervivencia al final ante la erupción de Damian Lillard -34 puntos y 8 asistencias-, para deshacerse de los Portland Trail Blazers (117-105) en la primera victoria del año. Juancho Hernangómez, dos suplencias consecutivas después, volvió para jugar 11 minutos. No registró ningún punto, rebote o asistencia pero su impacto defensivo motivó que acabara con el segundo mejor más-menos entre los suplentes con un +9 tras el +20 de Christian Koloko.
De hecho, tras los 13 minutos del pívot camerunés, el alero español fue el que más tiempo en pista acumuló en un banquillo en el que sigue confiar demasiado Nick Nurse. En época de necesidad, prefiere ir a lo seguro y confiar en sus titulares, pues lo que importa ahora es espantar la crisis y no hay tiempo para pensar que puede suponer para el futuro las minutadas que aguanta cada partido Pascal Siakam, resurgido tras dos partidos por debajo de los 20 puntos y del 30% en tiros de campo, con 27 tantos (8/19 en lanzamientos), 6 asistencias y 4 rebotes en 38 minutos.
Le acompañó bien Scottie Barnes, ese ‘Rookie del Año’ tan menospreciado por los rivales en su bajón que le flotan de una manera descarada en cualquier tiro que no sea en la pintura o cercano a ella, 22 puntos (7/12 en TC), 9 capturas y 4 pases de canasta para el ‘4’. Mientras, Fred VanVleet, ‘atrapado’ en los rumores de traspaso, no destacó tanto en la anotación esta vez con 12 tantos, pero sí en la dirección con 7 asistencias y 0 pérdidas, en su defensa a Damian Lillard en la primera parte y, sobre todo, despachando con dos triples psicológicos al final las opciones de unos Blazers que se llegaron a poner a 5 a falta de 1:40 (109-104) merced a la magnífica segunda parte de ‘Dame’, con 23 tantos.
Los Blazers, aunque desinflados en el Oeste tras llegar a ser líderes -décimos con 19-20-, se han armado muy bien entre el regreso del mejor Lillard, el ascenso de un Anfernee Simons (22 puntos), que descarga de responsabilidades al ‘0’ con otro buen manejador en pista. También la anotación y todas las posibilidades tácticas que ofrece Jerami Grant (14 aunque un 4/11 en tiros), el poderío cerca de los aros. de Jusuf Nurkic -14 tantos y 18 rebotes-, el emergente ‘rookie’ Shaedon Sharpe.
“Por supuesto que somos contendientes al anillo”
El equipo está tan bien preparado que hay la convicción absoluta de alcanzar el anillo, sea cuando sea, pues no por sólo amor a la franquicia extendió Lillard su contrato hasta 2027. “Por supuesto que somos un contendiente al anillo, es todo lo que nos importa. Hemos construido un equipo alrededor de Dame (Lillard) y vamos a ver cuando estemos la plantilla entera y nos puedan ayudar jugadores como Gary Payton II. Vamos a averiguarlo, esto es la NBA”, destacaba Jusuf Nurkic a MD tras el partido. Desde luego no se contempla otra ambición también a nivel de despachos. “Cuando tienes un jugador como Lillard, el anillo es siempre el objetivo”, advertía en una entrevista con Efe el catalán Sergi Oliva, asistente de General Manager de la franquicia de Oregon.
Sin embargo, debe Portland encontrar una solución inmediata ante planes de partido como el que propuso esta madrugada Toronto. Nurse, ‘despiadado’ a la hora de desnudar defensivamente a los pívots grandes, fue a convertir a Nurkic en un gigante con pies de barro. El ataque de los Raptors en el cinco contra cinco consistió en muchas ocasiones en sacar provecho de la mayor lentitud de Nurkic para defender espacios más alejados del aro, fuera con el tiro de media distancia tras salía del manejador del pick and roll, con continuaciones cortas, con manos a mano o buscando que saliera a puntear al perímetro. Una mina de oro.
“Nurkic es un buen defensor. Los Raptors suelen atacar a los pívots, es su manera de jugar, pero Nurkic ha hecho un buen trabajo en ambos lados de la pista”, analizaba el entrenador de los Blazers, Chauncey Billups, tras el encuentro. Scottie Barnes, al que con tanto descaro flotó Nurkic, le trajo de cabeza cuando los Raptors, con ‘ultra small-ball’, jugaron con el ala-pívot de ‘5’.
Toronto no se vino abajo esta vez cuando fue el turno de los suplentes, yéndose 58-53 al descanso y 89-74 arriba al final del tercer cuarto. Lillard, bien defendido en la primera parte y con los Raptors forzándole hasta 7 pérdidas, se fue entonando hasta ser ese jugador imposible de parar desde el perímetro y en penetración con 14 tantos en el último parcial. Pero aguantaron unos Raptors que alivian un tanto su estado crítico, duodécimos en el Este con 17-23 con los Atlanta Hawks ocupando la décima y última plaza de play-in con 18-21.
Aunque debilitada, se agarran a su fortaleza en el Scotiabank Arena ante otros tres partidos seguidos en casa más esta semana, dos contra los Hornets y otro precisamente contra Atlanta. La euforia de la primavera tras el tétrico invierno no sería lo mismo en Toronto sin play-offs.