Los salarios desorbitados de la NBA: ¿Explotará algún día la burbuja?

Los salarios desorbitados de la NBA: ¿Explotará algún día la burbuja?

Hay veces en las que las cifras de la NBA moderna marean. No es solo que estemos hablando de cantidades de dinero que parecen desorbitadas cuando las comparamos con los salarios de cualquier otra liga deportiva, especialmente si nos centramos en los jugadores de rol. También son sorprendentes por comparación con los salarios de hace tan solo unos pocos años.

Basta echar un vistazo a algunos de los contratos entregados este mismo verano: Dillon Brooks por 86 millones de dólares y cuatro temporadas en Houston; casi 130 millones por tres temporadas a Fred VanVleet en los mismos Rockets; 160 millones de dólares por cinco temporadas a Jerami Grant en los Portland Trail Blazers; Cameron Johnson por 108 millones en cuatro temporadas en Brooklyn; 102 millones por cuatro temporadas para Kyle Kuzma en los Washington Wizards; o 120 millones por cuatro temporadas para Dejounte Murray en los Atlanta Hawks.

Kevin Durant, segundo mejor pagado este próximo curso con 47,6 millones

Matt York / LaPresse

Esos son solo algunos de los ejemplos. Por comparación, Tim Duncan acumuló alrededor de 245 millones de dólares en contratos (previo a impuestos) en su carrera. Tony Parker sumó un poco más de 168 millones, casi los mismos que ha sacado Jerami Grant en esta última firma. O Manu Ginobili, por completar el Big 3 de los Spurs, se quedó en 130 millones en su carrera, los mismos que le han dado los Rockets a Fred VanVleet en un contrato de tres años. Todas las cifras antiguas deberían ajustarse con la inflación, pero es evidentemente favorable para los jugadores actuales.

Es lógico que muchas veces nos llevemos las manos a la cabeza al ver estas cifras, porque son cantidades exorbitadas. Pero, como sucede con la parcela deportiva, comparar eras en la NBA también tiene que hacerse poniendo las cosas en perspectiva en lo económico.

Un viaje por las eras económicas de la NBA moderna

Agárrense, que vienen cifras. Viajemos atrás en el tiempo, a la temporada 1985-86, una de las primeras de las que disponemos de datos de contratos. Aquel año el límite salarial de la NBA estaba establecido en 4,23 millones de dólares. El equipo que más pagaba en salarios eran Los Angeles Lakers, con un poco más de ocho millones y medio de dólares. El jugador mejor pagado de toda la NBA era Magic Johnson, con 2,5 millones de salario. El contrato mínimo para jugadores sin experiencia era de 70.000 dólares, y el salario medio de la liga de 370.000 dólares. Había un total de 296 jugadores.

Saltemos ahora diez años hacia adelante, hasta la temporada 1995-96, en la que los Bulls lograron el famoso récord de 72 victorias que más adelante romperían los Warriors. El límite salarial era de 23 millones de dólares. El equipo más caro lo tenían los New York Knicks, con 43,3 millones de dólares, cinco veces más que el récord de una década atrás. El jugador mejor pagado era Patrick Ewing con 18,7 millones de dólares, aunque con mucha ventaja con respecto al segundo, Clyde Drexler (9,8). El contrato mínimo de la liga era de 200.000 dólares. Como curiosidad, el contrato de Michael Jordan era de $3,850,000.

En la temporada 85-86 el mejor pagado era Magic Johnson con sólo 2,5 millones

Volvamos a coger la máquina del tiempo para llegar a la temporada 2005-06, la del primer anillo de Dwyane Wade. Jordan hace tiempo que se marchó y la liga está en manos de la siguiente generación. El límite salarial era más del doble que una década atrás, 49,5 millones de dólares. El equipo más caro seguía siendo el de los Knicks, pero esta vez con 126 millones en salarios. El jugador mejor pagado era Shaquille O’Neal con 20 millones anuales. Y el contrato mínimo para jugadores sin experiencia era de casi 400.000 dólares.

Por último, lleguemos ahora hasta la temporada 2015-16. El cambio entre estas dos décadas es el menos marcado que vamos a ver. Sí, el límite salarial subió hasta los 70 millones de dólares, pero no hubo grandes saltos a nivel de equipo ni individual, sino que ese dinero se repartió más entre los jugadores. El equipo que más pagaba en salarios eran los Cleveland Cavaliers, con 107 millones de dólares, inferior al de los Knicks de una década atrás. El mejor pagado era Kobe Bryant, ascendiendo a los 25 millones anuales, pero la liga estaba estancada económicamente.

Si en 2005 el salario medio era de 4 millones de dólares, en 2015 solo había subido a 5,2 millones. Ese estancamiento se rompería al año siguiente con la entrada del dinero del nuevo acuerdo televisivo, que produciría un boom en el que la liga aún está inmersa.

Magic Johnson, ante Chris Mullin en la serie Lakers-Warriors de 1991

Magic Johnson, ante Chris Mullin en la serie Lakers-Warriors de 1991, era el mejor pagado en 1986

Getty Images

Marea un poco comparar las cifras actuales con la que acabamos de mencionar, incluso con las de la temporada 2015-16, de la cual aún no ha llegado a pasar una década. El límite salarial para esta temporada que entra es de 136 millones de dólares, casi el doble. Los Golden State Warriors tienen una previsión de 206 millones de dólares en salarios. El salario más grande es el de Stephen Curry, con casi 52 millones de dólares. Es casi todo el doble que en la referencia anterior.

Lo que más llama la atención pueden ser los contratos de los jugadores de rol o de las estrellas secundarios. Pero, como decíamos antes, no tiene sentido comparar diferentes eras de la NBA sin poner todo en contexto. A la hora de hablar de salarios lo más sencillo y racional es valorar cada cantidad con respecto a lo que supone en relación al límite salarial. 

Por ejemplo, los 22,6 millones de dólares de Dillon Brooks de la próxima temporada, un contrato en el que casi todo el mundo coincide en que se ha pagado por encima de su valor de mercado real, en realidad suponen un 16,6% del límite salarial para los Houston Rockets. Es un porcentaje equivalente a unos 11,6 millones de dólares en 2015; a unos 8,2 millones de dólares en 2005; a 3,8 millones en 1995 y a alrededor de 700.000 dólares en 1985. Exagerado, pero no tanto.

Casi sienta mal leer que alguien firme Brooks un contrato de 86 millones

Sí, sigue siendo mucho dinero en el global, en el día a día, en la comparación con el mundo real, por así decirlo. Son cantidades obscenas. Casi sienta mal leer que alguien le firme a Dillon Brooks un contrato de 86 millones de dólares. En muchos análisis lo califican como el peor contrato del verano. Pero no es tanto en términos del mundo NBA actual. 

Un 16,6% del límite salarial es lo que se suele dar a un buen jugador de rotación, un “casi titular”. Son cifras que antaño habrían sido de jugador mejor pagado de la liga, pero hoy en día son eso, un 16.6%. Y siempre hay que tener eso en cuenta, el análisis de las cifras dentro del contexto económico en el que se encuentre la NBA en cada momento, aunque sea complicado aislarse por completo del mundo real.

En la próxima década podemos ver contratos de incluso 80 millones anuales

La gran cuestión que se encuentra en el fondo de todo esto es hasta cuándo puede crecer la NBA a este ritmo. Por ahora no es que se hable demasiado de ello, porque la liga entra en los próximos meses en la ventana negociadora de un nuevo contrato con las televisiones y todo apunta a que van a mejorar aún más sus condiciones económicas, pero la cuestión está ahí. 

Si todo esto sigue así y se cumplen las previsiones sobre el nuevo contrato, en la próxima década veremos contratos máximos de más de 60, 70 o incluso 80 millones anuales. ¿Hasta dónde puede llegar ese boom, y cómo conseguiremos poner en perspectiva unas cantidades cada vez más exageradas?




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