Tal día como hoy hace 17 años, el Athletic femenino ganaba su primera Liga después de imponerse 5-0 al Híspalis con un San Mamés a rebosar. La jornada fue doblemente especial para Arrate Orueta. Por el éxito colectivo y por su debut como rojiblanca en una fecha tan señalada. Una lesión le tuvo fuera de circulación durante toda la temporada, aunque se repuso a tiempo para colocar la guinda. “Desde la grada veía a mis compañeras con una envidia de la leche, pero tuve el regalo de que me recuperé para el final. Debutar en San Mamés con el Athletic en el día que ganas la Liga es impresionante”, apunta Orueta en una declaraciones distribuidas por el club bilbaíno.
Ahora la basauritarra trabaja en Cruces “como médico rehabilitador, más encaminada en la unidad de lesionados medulares”. Pero está viviendo muy de cerca la pandemia del Covid-19: “Ha sido una situación bastante complicada y digo ha sido porque ahora, afortunadamente, las cosas están mucho mejor”. Una situación fuera de lo común. “Nunca hemos vivido una situación así”, añade.
Nuestro gimnasio en el que la gente va a hacer rehabilitación todos los días, ha sido una UCI. Se han puesto tomas de oxígeno, respiradores, toda la maquinaria que conlleva una UCI, el instrumental…
El centro se tuvo que adaptar para dar cabida a los enfermos. “Nuestro gimnasio en el que la gente va a hacer rehabilitación todos los días, ha sido una UCI. Se han puesto tomas de oxígeno, respiradores, toda la maquinaria que conlleva una UCI, el instrumental… Se ha organizado en dos o tres días. De ver balones y escaleras a ver una UCI con camillas. Nuestros despachos han sido habitaciones para que durmieran los médicos”, relata Orueta.
La exrojiblanca quiere poner en alza la “espectacular” labor de todos los trabajadores del hospital: “He visto a compañeros sin dormir días, agotados. La ocasión lo merecía. Ahora el gimnasio no es gimnasio, pero tampoco es UCI”. El confinamiento “ha hecho efecto”, aunque nada hubiera sido igual sin los que están en primera línea. Orueta destaca el esfuerzo de “anestesistas, gente de UCI, enfermeros, personal de limpieza, celadores… todo lo que conlleva una hospitalización y una unidad de críticos”.
La de Basauri también hace un llamamiento de cara al futuro: “Esta sanidad pública que está salvando vidas va a ser la misma que el año que viene cuando haya una lista de espera para una consulta o para una intervención no urgente. La gente debe tener la misma paciencia y pensar que somos los mismos, que seguimos trabajando igual y que somos igual de necesarios”. De lo que no tiene ninguna duda Orueta es de que esta coyuntura traerá “unas consecuencias para el día a día en el futuro”.
Después de mes y medio de confinamiento en el que “la mayoría de la sociedad ha cumplido bien y ha hecho un sacrificio de la leche”, la sanitaria pide que no haya un relajo. “Sería un gravísimo error tomárnoslo a la ligera cuando den un poco de rienda suelta. El Covid parece que poco a poco se va controlando, hay menos ingresos y menos casos graves, pero no quiere decir que si cada uno salimos de nuestras casas y hacemos lo que queremos, no pueda volver a subir”, detalla Orueta.
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