‘Las Águilas’ han pasado por encima del Brujas en los octavos de Champions y dominan la liga portuguesa con mano de hierro
El Benfica ya está en los cuartos de final de la Champions League. El cuadro lisboeta le endosó este martes al Brujas un incontestable 5-1 que completó el trabajo comenzado en la ida en Bélgica, finalizada con 0-2. Poco le ha importado a ‘las Águilas’ haber perdido a Enzo Fernández en invierno y menos todavía a Darwin Núñez el pasado verano. El conjunto dirigido por Roger Schmidt continúa funcionando y no es por casualidad.
El 4-2-3-1 de Roger Schmidt
El técnico del Benfica es un entrenador de los que sabe maximizar el rendimiento de su plantilla. Analizando bien la misma ha determinado que lo mejor para el equipo es jugar con un 4-2-3-1 de carácter ofensivo, siendo protagonista mediante el balón. Y le funciona a las mil maravillas.
La eclosión de Gonçalo Ramos
Estando él, nadie se acuerda ya de Darwin Núñez. Tras el ‘hat-trick’ en el Mundial que le catapultó a la fama, está prolongando su estado de gracia en términos goleadores. Nada más y nada menos que 18 tantos lleva en lo que va de temporada.
Experiencia en la retaguardia
Siendo un equipo ofensivo, ni mucho menos hace aguas atrás. Contar con Nico Otamendi como mariscal de la zaga sin duda que tiene mucho peso en ese sentido. Su experiencia lo es todo.
Magia en la zona de tres cuartos
Si el balón llega a los Joao Mario, Rafa Silva, David Neres, Guedes y compañía…pasan cosas. Se trata de futbolistas que están más que predispuestos a llevar al Benfica a una nueva dimensión.
El apoyo del jugador número 12
El ambiente que se crea en Da Luz poco o nada tiene que envidiar al de otros campos. La gran masa social que tiene el Benfica detrás sin duda que aporta su granito de arena.
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