El Gobierno de Estados Unidos informó al senador Bernie Sanders el pasado enero de que Rusia está tratando de influir en las primarias demócratas para favorecer a su campaña. Sanders confirmó la información después de que la publicara The Washington Post citando fuentes anónimas. En su respuesta, el senador cargó contra el presidente ruso, Vladímir Putin. Poco después, cuestionó por qué la información se daba a conocer justo un día antes de los caucus de Nevada, donde parte como favorito y que podrían dar un golpe definitivo a la carrera por la nominación demócrata.
“Al contrario que Donald Trump, no considero a Vladímir Putin como un buen amigo”, dijo Sanders en un comunicado enviado a los medios tras la información del Post. “Es un matón autocrático que intenta destruir la democracia y aplastar la disidencia en Rusia. Hay que ser claros, los rusos quieren socavar la democracia de Estados Unidos dividiéndonos. Al contrario que el presidente actual, yo me opongo firmemente a estas acciones y a cualquier otro poder extranjero que quiera interferir en nuestras elecciones”.
“Francamente, me da igual quién quiera Putin que sea presidente”, continúa. “Mi mensaje es claro: no te metas en las elecciones de Estados Unidos. Como presidente, me voy a asegurar de que así sea”.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos consideran probado que el Gobierno ruso llevó a cabo una campaña de intoxicación para influir en las elecciones de 2016 y ayudar a que Donald Trump saliera elegido. Trump nunca ha reconocido estos hechos y ha puesto en duda a los propios servicios de espionaje norteamericanos. Una investigación del fiscal especial Robert Mueller encontró múltiples ejemplos de cercanía entre la campaña de Trump y la campaña de desinformación rusa, pero no consideró que hubiera delitos concretos.
Finamente, el comunicado de Sanders añade: “En 2016, Rusia utilizó Internet para sembrar la división en nuestro país y mi información es que están intentando hacerlo de nuevo en 2020. Algunas de las cosas desagradables que se atribuyen a nuestra campaña en Internet bien puede ser que no venga de verdaderos partidarios”.
La campaña de Sanders ha sido criticada por el comportamiento de gente que se define como partidaria del senador y tiene una actitud muy agresiva en las redes sociales. Esta situación ha sido especialmente notable en Nevada. El poderoso sindicato de hostelería de la ciudad expresó sus dudas sobre si los planes de Sanders para crear una sanidad universal acabaría con el seguro sanitario del sindicato. El liderazgo del sindicato asegura haber recibido insultos y amenazas de partidarios de Sanders. Esta semana, anunció que no apoyaría oficialmente a nadie en las primarias. Sanders ha desautorizado cualquier comportamiento de este tipo en su nombre. El sindicato es una poderosa máquina de movilización del voto, especialmente del voto latino, imprescindible para ganar Nevada.
Sanders reaccionó de viva voz a la información en California, donde este viernes se encontraba haciendo campaña de cara a las primarias allí el 3 de marzo. En comentarios a los periodistas reconoció que fue informado “hace como un mes” de las supuestas acciones de Rusia para favorecerle. “Voy a muchos informes de inteligencia que no revelo al público”, respondió sobre por qué no había revelado este dato. “Lo más feo de lo que están haciendo”, continuó, “es que están tratando de dividirnos. Eso es lo que hicieron en 2016 y es lo peor que están haciendo. Tratan de sembrar el caos y el odio en Estados Unidos”.
Antes de marcharse, le preguntaron por qué se conocía ahora y respondió: “Le dejaré que adivine usted por qué sale un día antes de los caucus de Iowa. ¿Ha sido The Washington Post? Buenos amigos”, dijo en tono irónico.
La semana pasada, miembros de los servicios de inteligencia informaron a la Cámara de Representantes de que Rusia mantiene sus planes de atacar con desinformación la campaña electoral de 2020 igual que hizo en 2016. En aquella comparecencia secreta, según fuentes anónimas citadas por los medios de Washington, dijeron que el objetivo de Rusia era conseguir la reelección de Donald Trump.
El vicepresidente Joe Biden, que trata de sobrevivir en las primarias ante el empuje de Sanders, escribió en Twitter: “Vladímir Putin no quiere que yo sea presidente. No quiere que yo sea vuestro nominado”.
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