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Los Sixers acallan a los críticos y sentencian con paliza en Toronto

Los Sixers acallan a los críticos y sentencian con paliza en Toronto

Los Philadelphia 76ers y Joel Embiid acabaron con el sueño imposible de los Toronto Raptors de remontar la eliminatoria de primera ronda y ganaron en Toronto el sexto partido por un contundente 97-132 que zanjó el asunto con un 4-2 en el global de la serie.

Los Sixers pasan a la segunda ronda de los playoffs, donde se enfrentarán a los Miami Heat, que se adjudicaron su serie ante los Atlanta Hawks por 4-1.

Embiid, que en 2019 vivió con amargura en la misma cancha del Scotiabank la eliminación en el séptimo partido tras un triple imposible de Kawhi Leonard, fue el máximo anotador del partido, con un doble-doble de 33 puntos y 10 rebotes.

Su compañero Tyrese Maxey sumó 25 puntos, tras anotar 5 triples de 12 intentos, mientras que James Harden también terminó la noche con un sólido doble-doble de 22 puntos y 15 asistencias.

En los Raptors, el mejor jugador fue Chris Boucher, que tras iniciar el partido desde el banquillo, hizo un doble-doble de 25 puntos y 10 rebotes. Pascal Siakam anotó 24 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias.

El gran ganador de la noche, quizás, fue el entrenador de los Sixers, Doc Rivers, a quien tras la segunda victoria consecutiva de los Raptors, que colocó un 3-2 en el parcial de la serie, se le recordó constantemente que es el único entrenador de la NBA que en tres ocasiones ha desperdiciado una ventaja de 3-1 en los playoffs.

Decisivo Embiid

Esta vez, los Raptors no pudieron sofocar a Embiid con la doble defensa que habían aplicado con tanta efectividad en los dos partidos anteriores y que les permitió colocar un 3-2.

Los Sixers llegaron a Toronto con la lección aprendida y movieron el balón con rapidez por el perímetro hasta encontrar al hombre desmarcado, lo que facilitó a Harden acumular 15 asistencias en el partido.

El primer cuarto se inició con un rápido intercambio de golpes, con dos canastas seguidas del novato del año, Scottie Barnes, quien no se intimidó pese a la oposición de Embiid. La réplica de los Sixers llegó de la mano del pívot y Maxey con un triple.

A pesar del rápido ritmo, los Raptors anotaron siete de los primeros ocho tiros del partido. Los Sixers no podían igualar el ritmo de efectividad y tras cuatro minutos de juego, los de Toronto se situaron 5 puntos arriba, 15-10.

Los Sixers reaccionaron y colocaron un parcial de 0-10 que les puso por delante 15-20. A pesar de los esfuerzos de Boucher y con Siakam prácticamente desaparecido, los Raptors fueron incapaces de remontar y el primer cuarto acabó con un claro 29-34 para los Sixers.

En el segundo cuarto se produjo la reacción de los locales, de la mano de Siakam y, de nuevo, Boucher. Entre los dos anotaron los primeros 15 puntos de los Raptors y colocaron a los canadienses por delante, 44-39 en los 4 primeros minutos del segundo cuarto.

Los Sixers además contaron con la colaboración de un ex-Raptor, Danny Green, quien en el segundo cuarto anotó 12 puntos, con 4 triples de 6 intentos.

Al descanso se llegó con un 61-62 a favor de los Sixers.

Los Raptors descarrilan

En el tercer periodo se produjo la debacle de los Raptors. Siakam volvió a desaparecer y Boucher, en esos momentos el máximo anotador de su equipo con 19 puntos, tampoco pudo mantener su efectividad de la primera mitad.

En los primeros siete minutos del tercer cuarto, los Sixers castigaron a los Raptors con un parcial de 6-23 que sentenció el partido y dejó el marcador en 67-87, 20 puntos de diferencia a favor del equipo de Filadelfia.

A partir de ahí, las prisas se apoderaron de los Raptors, lo que empeoró su situación. Cuando terminó el cuarto, los Sixers estaban 21 arriba, 78-99.

Con el partido decidido, los Sixers no aflojaron en el cuarto periodo. Embiid tenía una cuenta pendiente con el público canadiense y tras anotar una canasta cuando faltaban 4 minutos para la bocina final, y un 90-119 en el marcador, decidió festejar haciendo el avión ante el enfado de los 20.000 aficionados que llenaban el Scotiabank.

En la siguiente jugada, Embiid se llevó un codazo involuntario en la cara de Siakam, que le obligó a sentarse en el banquillo. Aunque Embiid ya no regresó a la cancha, los Sixers ampliaron su ventaja hasta los 35 puntos finales del 97-132.




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