Quién sabe si los Philadelphia 76ers no eligieron mal el día del regreso de James Harden, si lo que hicieron no fue meterse al enemigo en casa en un día de emociones entre sentimientos del pasado y lo que sucedió en el parqué. A la pista después de un mes de ausencia, la ‘Barba’ tuvo el triple en la última jugada para deshacer el 108-108 y ganar a los Houston Rockets, a ‘sus’ Rockets. Tapón de Kevin Porter Jr. y ‘déjà vu’: aunque con menos de un segundo por jugar, otro triple fallado para evitar un segundo extra que se llevó el equipo de Usman Garuba (132-123), sólo 6 minutos en pista esta vez apuntándose un rebote.
Un mal día lo tiene cualquiera y más si te ponen en la cancha 38 minutos justo tras volver a de lesión -21 puntos para Harden con un 4/19 en lanzamientos y 7 asistencias pero 7 pérdidas-, pero los sentimientos, a veces de manera inconsciente, influyen. En cualquier caso, cuando parecía que el asunto ya se había enderezado, las cosas se vuelven a poner feas para ‘Philly’ y el banquillo caliente para Doc Rivers con la tercera derrota consecutiva tras las de Cavaliers (113-85) y Grizzlies (117-109) contra unos muy mejorados Rockets, pero, en cualquier caso, muy inferiores a los Sixers.
Lo preocupante es que el gran papel de Joel Embiid, con 39 puntos (12/21 en lanzamientos), 7 rebotes y 3 asistencias, no sirvió a Philadelphia, como tampoco los 27 tantos de un primoroso Tobias Harris, con un 9/15 en tiros y un 7/8 en triples. Las miradas vuelven a apuntar la banquillo, no sólo por Rivers sino también por el pobre desempeño de los suplentes, con 24 puntos en un partido de 58 minutos con las dos prórrogas, mientras que la segunda unidad de los Rockets sumó 43, destacando los 18 de Tari Eason.
Los titulares de Houston rayaron a gran nivel destacando las actuaciones de Jalen Green con 27 puntos y de Kevin Porter Jr con 24 además de su tapón decisivo a James Harden. Los Philadelphia 76ers, séptimos ahora en el Este con 12-12 -los Rockets son penúltimos en el Oeste con 7-17-, recuperaron a Harden pero les sigue faltando Tyrese Maxey. Algo que no disculpa a unos Sixers que vuelven a dudar.