Los vigentes campeones de la NBA vuelven a parecerse al equipo que todos temen una vez llegados a playoffs. Con 66 puntos, 15 rebotes y 15 asistencias de los Splash Brothers, los Golden State Warriors vencieron a unos peleones Oklahoma City Thunder por 120-128. Stephen Curry, con 38 tantos y un 8 de 14 en triples, lideró la contienda junto ala inestimable ayuda de Klay Thompson, autor de 28 puntos y un 6 de 14 desde el perímetro.
El base, con una serie de 12 de 20 en tiros de campo, 8 rebotes y 12 asistencias, dio un recital de baloncesto en su duelo particular con Shai Gilgeous-Alexander, la estrella rival. El canadiense firmó 21 de sus 31 puntos totales en la segunda mitad, mientras que Josh Giddey le acompañó con 21 y Jalen Williams aportó 19.
Al descanso, los Warriors mandaban cómodamente por 48-63 gracias a su 12 de 25 en triples y las 21 asistencias para 23 canastas totales. El miedo y la pobre defensa lastraron a unos Thunder que cuando se dieron cuenta, apretaron y pusieron en aprietos a los Warriors. La reacción de Curry fue decisiva, y gracias a él y su asociación con Thompson, Golden State abrió un viaje clave de tres jornadas con victoria.
La franquicia de la bahía, con un balance de 26 victorias y 24 derrotas es quinta en la clasificación de una Conferencia Oeste muy apretada. La intención de los vigentes campeones es seguir en la senda de la victoria después de un curso que han empezado con 7 triunfos y 18 derrotas a domicilio, uno de los peores registros que se les recuerda. “Era un partido clave para nosotros en este viaje. Empezar con victoria nos sitúa en buena posición para descansar mañana y prepararnos para Minnesota, atacar ahí y ver qué ocurre. Hay que ser ambiciosos e ir a por más”, destacó Steve Kerr, entrenador de GSW.