La gran presencia de seguidores del Eintracht Frankfurt en el Camp Nou para la vuelta de cuartos de final de la Europa League ha provocado una gran indignación entre los socios y abonados del Barça, que consideran que las entradas que tenía a disposición el club gracias a las más de 26.000 excedencias de abonos deberían haber sido vendidas a aficionados culés y no a los alemanes, y más en un partido tan trascendente.
Uno socios de los que fueron al Camp Nou fue Ernest Sant, fundador y primer presidente de la Penya Almogàvers, uno de los grupos que forma parte de la Grada d’Animació, que no dudó en expresar su decepción en las redes sociales ante la gran presencia de fans del Eintracht en el estadio barcelonista.
“Llevo más de 40 años en el Camp Nou en cada partido. 33 con la Penya Almogàvers. Se puede contar con los dedos de la mano los partidos que me he perdido. Nunca había pasado una noche tan mala como ésta. Desde 20 minutos antes de que empezara el partido. El Camp Nou blanco. Exijo responsabilidades”, publicó Ernest Sant, que también añadió que “la culpa de lo ocurrido ayer no es del socio. Es 100% de la directiva que con las 27.000 entradas que gestiona hubiera podido llenar el Camp Nou con gente del Barça -como en el femenino por ejemplo- y prefirió venderlas a los alemanes sólo para ganar dinero”.
Tras el revuelo ocasionado por la presencia de seguidores del Eintracht, desde MD nos pusimos en contacto con varios aficionados culés que fueron al Camp Nou y el abonado y socio Carlos Prats, situado al lado de la valla de la afición visitante, denunció que “el club quiso hacer caja” vendiendo entradas a los seguidores del Eintracht y destacó la falta de seguridad en su zona. Además también apuntó que los hinchas alemanes estuvieron bebiendo cerveza, fumando y sin mascarilla durante todo el encuentro.
Por su parte, Dani Lliria reconoció que estuvo cohibido ante la sorpresa de encontrarse con tantos fans del Eintracht en la primera gradería del Gol Sud y apuntó que tanto los socios como el club aprovecharon para hacer negocio con la venta de entradas, algo que calificó como indignante, pero no tuvo problemas con la afición rival.
En la segunda gradería del Gol Sud estuvo Albert Pantaleón, que denunció que en su zona del estadio había aficionados del Eintracht fumando y bebiendo latas de cerveza sin ningún tipo de problema y que reclamó la presencia de los cuerpos de seguridad, pero le hicieron caso omiso. Incluso hasta una hora antes del partido se vieron aficionados del Eintracht Frankfurt comprando latas de cerveza en los aledaños del Camp Nou y todo apunta que pudieron entrarlas pese a los controles de acceso.
Quien también calificó como “vergüenza” la gran marea alemana en el Camp Nou fue el socio Miguel Vilellas, cuya localidad está entre el córner y la Tribuna, y apuntó que “fue un bajón ver tantos seguidores rivales, fue peor que el resultado”. Vilellas apuntó que es imposible que la culpa sea de los abonados, ya que esta temporada hay menos que nunca por las excedencias, y dijo que “parecíamos visitantes” en el Camp Nou.
Otra de las afectadas por la marea alemana en el Camp Nou fue Sandra Martín, situada justo al lado de la zona habilitada para los seguidores del Eintracht, que en las redes sociales expresó que no había apenas miembros de seguridad pese a la gran cercanía con la afición rival y la presencia de fans de las ‘águilas’ en aquella parte del estadio.
“Estoy en mi asiento del Camp Nou rodeada de la afición alemana. Esto es inadmisible FC Barcelona. ¿La valla para que sirve? Somos cuatro del Barça rodeados de alemanes. Esperamos que el partido sea tranquilo porque aquí no veo ninguna seguridad”, escribió Sandra, denunciando la mala gestión en la venta de entradas.
Por su parte, Dídac Moreno vio el partido en uno de los córners en la primera gradería del Camp Nou y también mostró su sorpresa y rechazo ante la numerosa presencia de aficionados del Eintracht Frankfurt.
“Hace 40 años que voy al Camp Nou y nunca me había sentido como hoy. Parece que jugamos en el campo del rival, el Eintracht. Vergüencita. Creía que el socio del Barça había cambiado. Quizás no tanto como pensaba. Triste pero a animar como un loco en medio del Tsunami blanco”, publicó en su perfil de Twitter, adjuntando una foto de su vista del Camp Nou.
Por su parte, Marc Garcia Cebrian también fue uno de los seguidores del Barça que estuvieron en el Camp Nou y reclamó que la directiva y el presidente Joan Laporta pidan disculpas y se haga una gestión más cuidadosa de la venta de entradas y no se aproveche para hacer negocio.