Los tiempos de Eusebio en Girona llegan a su fin


El descenso del Girona es desde el sábado una realidad que ha dejado tocado el proyecto del club gerundense, que pese a perder la categoría va a seguir contando con el apoyo del City para el futuro más inmediato.

La imagen dejada en Vitoria fue indigna de un equipo que todavía tenía, por pequeñas que fuesen, aún opciones de mantenerse en Primera. Ni siquiera la oportunidad de brindar una última alegría a la afición fue motivo suficiente como para conseguir hacer un buen partido ante un Alavés sin nada en juego.

El culpable de todo ello, o como mínimo, quien va a ser el cabeza de turco en Montilivi está claro. Pese a tener aún un año más de contrato, las horas de Eusebio Sacristán al frente del banquillo del Girona están llegando a su fin. Delfí Gelí, presidente del club, confesó después del encuentro que “no es un momento nada fácil para el entrenador. Vamos a dejarlo descansar. Esta semana hablaremos con él y contemplaremos todas las opciones”. Además, Geli también habló sobre el futuro más inmediato. “Tenemos que tomar decisiones con calma y serenidad por el bien de todos”.

Aunque en estas declaraciones puede parecer que el futuro de Eusebio aún es una incógnita, la decisión de despedir a Eusebio está tomada desde el momento en el que el Girona perdió hace poco más de una semana ante el Levante.

El relevo aún no está claro y Quique
Cárcel tiene ante sí el dilema de contratar un entrenador más afín al estilo del Manchester
City o de lo contrario un técnico más directo. Entre otras opciones, Cárcel baraja la opción de Francisco, el exentrenador del Huesca, que había renovado con el conjunto oscense hace poco tiempo pero que anunció que no seguirá al frente del equipo azulgrana.

Francisco, un entrenador que ha realizado un tramo final de Liga excelente, sería un candidato de carácter fuerte en el banquillo y con un estilo de juego más directo.

Sea como fuere, llegan unos días determinantes para el futuro del equipo y en general para el proyecto.

Aday, sigue

Aday Benítez, que regresaba a los terrenos de juego después de siete meses fuera por lesión, fue el primero en garantizar que seguirá vistiendo la camiseta del Girona en Segunda. El de Sentmenat va a ser uno de los pilares en el nuevo proyecto de los gerundenses en la categoría de plata y una alma vital dentro del vestuario para garantizar los valores del club


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