Thomas Heurtel se queda en el Barça, cobrará su contrato pero no estará bajo la disciplina de Jasikevicius. En este desgraciado caso sólo hay tres cosas claras: no volverá a vestir la camiseta del Barça, esta temporada no sustituirá a Campazzo en el Madrid y tampoco jugará en ningún otro equipo de Euroliga porque el mercado cerró el miércoles. Para llegar hasta esta situación nada deseada por los abonados del Palau, se han cometido 3 errores. 1. Jasikevicius, en lugar de sumar a Heurtel al ilusionante proyecto, cada vez confió menos en él. El “coach” está en su derecho de preferir unos jugadores por encima de otros, por lo que sea. Pero sorprende que el MVP de los últimos títulos del Barça contase tan y tan poco. 2. El segundo error es de Heurtel y su representante. Simular que se iban al Fenerbahce, cobrando el contrato del Barça para quedar libre, y en realidad estar negociando con el Madrid fue una jugada de alta traición. Tras ser descubiertos, la vuelta atrás era imposible. Cornudos y apaleados, no gracias. 3. Tal y como está la economía del Club, pagar a un jugador para que no juegue es una irresponsabilidad de gestión. Tan grave como el papel del francés, que prefiere seguir aquí sin jugar. Muy feo. ¿Solución? Llegar a un acuerdo para el finiquito y que se vaya. Cuanto antes.
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