Los trucazos imprescindibles para que el queso te dure más tiempo

El queso es uno de los alimentos más elaborados y vendidos en todo el mundo, un auténtico manjar del que se pueden encontrar cientos de tipos y que entra bien en cualquier momento del día o de la noche… ¡el queso desata pasiones!. Hoy te damos unos cuantos trucos para que el queso dure más tiempo que te van a venir de perlas y querrás aplicarlos en casa para conservar tus quesos mejor y que les puedas sacar más partido.

Sea cual sea tu queso que sueles tener en casa, seguro que en alguna ocasión se te ha estropeado y has tenido que tirarlo, sobre todo si son quesos de diferentes tipos y no sabes cómo hacer para conservarlos todos en el mejor estado posible. Por suerte, te contamos cómo hacerlo según el tipo de queso.

5 trucos para que el queso dure más tiempo

  1. Quesos duros: si tienes algún queso duro en casa, como el parmesano, debes saber que tienen un nivel bajo de humedad, lo cual es ideal ya que suele ser la causante de que las bacterias proliferen, por lo que este queso ya de por sí dura más tiempo. Para sacarle aún más partido, lo ideal es envolverlo en film transparente para que no pase el aire.
  2. Quesos blandos: al contrario que los duros, los blandos tienen más humedad, como el queso Brie, y en este caso lo recomendable es envolverlos en papel para hornear o tela encerada reutilizable y después meterlos en un recipiente hermético.
  3. Quesos frescos: es uno de los tipos de queso más consumidos en todo el mundo, y es muy importante que tengas en cuenta que para su conservación necesita agua, o al menos mantener la suya propia. Lo más recomendable es colocar papel de cocina en un recipiente hermético y poner encima la pieza de queso, lo que hará que el papel absorba el exceso de líquido del queso y lo mantenga para que se conserve mejor y por más tiempo. Si haces esto debes cambiar el papel todos los días para que no acumule malos olores y se pasen al queso.
  4. Quesos curados y semicurados: la mejor forma de conservar estos quesos es poner el queso en cuestión en un plato y cubrirlo con un paño limpio de algodón humedecido. También lo puedes envolver por completo.

Como truco final que sirve para los quesos frescos, tiernos y curados, corta el queso en taquitos, mételos en un tarro de cristal y cúbrelos con aceite de oliva virgen extra. Si le quieres dar un toque de aroma, añade romero o alguna otra planta aromática.


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