Los Warriors buscan respuestas al golpe de los Celtics

Los Warriors buscan respuestas al golpe de los Celtics

Los Golden State Warriors necesitan aprovechar el calor del Chase Center después de encajar un revés difícil de imaginar en el primer partido de las Finales de la NBA de 2022. Los Boston Celtics hicieron de tripas corazón y lograron remontar una desventaja de 15 puntos en el tercer cuarto para terminar ganando por 108-120 tras un último período prodigioso desde el perímetro (9 de 12 en triples). La exhibición de carácter y puntería dejó atónitos a los locales, que con el 0-1 en la eliminatoria necesitan corregir errores y pulir detalles para evitar meterse en más problemas en este segundo encuentro de la serie por el título, que se disputa esta madrugada de domingo a lunes a partir de las 02:00 horas en España (Vamos y League Pass).

Aunque Draymond Green quiso quitar hierro al asunto en la sala de prensa, lo cierto es que Boston mostró dos facetas preocupantes para su oponente de aquí en adelante: saben jugar al mismo juego y superar el rendimiento de los quintetos pequeños de la bahía; además, son capaces de superar situaciones extremas en cuestión de minutos para dejar noqueado a su oponente.

¿Cómo moderar el impacto del perímetro?

Los Celtics salieron al Chase Center y se disfrazaron de los mejores Warriors para batir al enemigo. Su 21 de 41 en triples, y el hecho de que el primer encuentro terminara con un récord de 40 triples totales entre ambos conjuntos es prueba suficiente de que Ime Udoka y sus pupilos se ven capaces de batir a Golden State en su juego de ataque espumoso y especializado en el perímetro

Si bien la estrategia de parar a Jayson Tatum en el registro anotador funcionó sin recurrir a dos contra unos, el escolta supo reconvertir su impacto en forma de pases de canasta al ver el desequilibrio defensivo sobre la pista. Sus 13 asistencias fueron un nuevo máximo personal y también un récord para un debutante en unas Finales. La solución es sencilla: hay que intentarle quitar el balón de las manos a Tatum, capaz de influir sin ni siquiera lanzar a canasta; también hay que ir con los dos contra uno de cara y no a medias, poniendo tan solo cuerpos de por medio, si esa es la estrategia definitiva.

Draymond Green, menos hablar y más jugar

“Revisando el partido, yo le fallé a él. Cuando [Curry] está así, yo debo asegurarme de cumplir con mi parte para lograr la victoria”, decía Green en su podcast. En estos playoffs, el pegamento del ataque y la defensa de los Warriors, también la voz del equipo fuera de la cancha, ha hablado mucho más de lo que ya viene siendo habitual. Entre tantas apariciones mediáticas, ha tenido más de un desliz sobre la pista para fallar a la cita junto a sus compañeros. Siendo quizás una de las estrella de rol más importantes de la historia de la competición, el pobre papel de Green en el primer partido quedó todavía más subrayado.

Él mismo dijo haber analizado la situación, y probablemente no se repetirán los fallos de calado que llevaron a su equipo hasta la derrota en el primer partido. El principal foco de atención será rotar mejor en los cambios defensivos, ajustar un poco más la velocidad e intensidad de los mismos para evitar pases cómodos al jugador liberado. La siguiente prioridad será llegar a puntear esos tiros, especialmente para bajar los humos a Horford, Smart y White, letales con su 15 de 23 en triples en el primer partido.

Más allá de Green, será importante que tipos como Jordan Poole, la nueva pieza clave en la alineación de la muerte de los Warriors, juegue mejor en ataque pero, sobre todo, en defensa. La actuación del tercer Splash Brother en su primera aparición en unas Finales de la NBA fue para olvidar (9 puntos, 2-7 TC), pero es que además en defensa tuvo un impacto nulo que llegó a desesperar a Curry, visiblemente molesto en más de una jugada. Jaylen Brown, instigador de la remontada visitante, se lo comió con patatas en la segunda mitad.

El ‘small-ball’ también funciona para Boston

Quizás la clave más relevante del primer encuentro fue la adaptación de Udoka a los problemas de su equipo en el emparejamiento contra los Warriors. Para romper la dinámica que les dejó 12 abajo con un cuarto por disputarse (92-80), el técnico visitante supo bajar centímetros a su alineación y darle una dosis de su particular alineación de la muerte a su oponente. Cuando Golden State logró su máxima ventaja, curiosamente, Kevon Looney estuvo dominando a placer dentro de la pintura. Que Kerr le quitara de en medio durante gran parte del cuarto definitivo, recurriendo a su alineación de bajitos (que casi siempre le ha funcionado, eso hay que decirlo), facilitó el small-ball al equipo de Massachussets, y ese fue un error táctico de calado.

“Ha sido un poco de todo, por supuesto los triples”, analizó Udoka tras la victoria en el primer partido. “Creación, tiros y defensa. Apretar sobre la pelota y dar ritmo en ataque. Ha sido clave el rendimiento de otros jugadores en lugar de Tatum. En el último cuarto hemos defendido increíble desde la salida”.

Esa defesa apartó a Green de la pelota y obligó a los Warriors a recurrir mucho, demasiado, al talento de Curry. Él solo, a pesar de su condición de mejor tirador de todos los tiempos, no pudo revertir el aluvión de triples que les cayó encima. Para el segundo partido, Kerr y sus jugadores habrán hecho los deberes, y la eliminatoria promete una vez más emociones fuertes.




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