La agresión ha venido acompañada de ‘indemnización’. Días después de sufrir el puñetazo de Draymond Green en una sesión de entrenamiento, y según Adrian Wojnarowski, los Golden State Warriors están a punto de cerrar la renovación de Jordan Poole por cuatro temporadas -hasta 2027- y 140 millones, un acuerdo que se cerrará en las próximas horas. Las prisas urgían a los Warriors, ya que este lunes era la fecha límite para renovar la extensión de contrato de los miembros del draft de 2019. Si la franquicia de la Bahía no movía ficha, Poole -que cobrará esta temporada 3,9 millones en su último año de contrato de ‘rookie’-, se convertía en agente libre en verano.
Los Warriors zanjan un problema a la espera de cómo se soluciona el otro, de si Draymond Green se volverá a ganar la confianza de sus compañeros tras su delirio. Aunque la franquicia lo había negado, algunas informaciones apuntaban a que las tensiones por prolongar sus contratos habría sido el origen del pique entre Green y el escolta de 23 años.
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La organización de San Francisco no ha dudado en atar a uno de los jugadores en el que se debe sustentar el relevo del todavía triunfador núcleo actual. En su caso, Poole está llamado a ser el ‘heredero’ de Klay Thompson. El joven exterior, número 28 en el draft de 2019, promedió 18,5 puntos, 3,4 rebotes y 4 asistencias en temporada regular con un 36,4% en triples con un alto volumen de tiro -7,6 lanzamientos por encuentro-, y, sobre todo, se lució en los play-offs, con seis partidos de 25 puntos con un 60% en tiro según las estadísticas de la ESPN.
Aparte de las reivindicaciones del propio Poole, el contexto del mercado también apretaba a los Warriors para que ofrecieran una renovación de este calibre al escolta, pues Tyler Herro (22 años) firmó una extensión de cuatro años y 130 millones con Miami y otro joven jugador como Anfernee Simmons (23) renovó por cuatro años y 100 millones con los Blazers.
Los Warriors no tienen claro si renovar a Green
Draymond Green está a la espera de que los Warriors le llamen para negociar una extensión. El interior de 32 años, que percibirá casi 26 millones de dólares esta temporada, acaba contrato en 2023 pero puede ejecutar una ‘player option’ por la que renovaría automáticamente un año más a razón de 27,5 millones. Sin embargo, a pesar de la ascendencia de Green en la franquicia y según afirma Anthony Slater en ‘The Athletic’, los Warriors quieren esperar a ver cómo desarrolla la temporada y si es capaz de volver a ganarse la confianza y el respeto de sus compañeros.
Andrew Wiggins y Klay Thompson son otros dos jugadores cuyos contratos van a exigir pronto una revisión. El caso de Wiggins es el que más preocupa en los Warriors, ya que si no le ofrecen una extensión será agente libre en verano. La franquicia estaría interesada en renovar al alero de 27 años pero a la baja -según Slater, podría pedirle que rebajara sus más de 30 millones anuales actuales a 20-, pero no estaría tan claro que así lo quisiera Wiggins.
La tasa de lujo aprieta a Golden State, que ha pagado sanción por exceder el límite salarial en tres de las cuatro últimas campañas. En el caso de Thompson hay más tranquilidad, ya que le queda esta temporada y otra de contrato, hasta 2024.