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Los Warriors y un futuro incierto y preocupante: ¿Ahora qué?

Los Warriors y un futuro incierto y preocupante: ¿Ahora qué?

Tras un adiós con mucho dolor, con una defensa de título de suspenso al haberse acabado la historia de esta temporada en las Semifinales de Conferencia, no hacen más que emerger interrogantes sobre los Golden State Warriors y su destino, si ha llegado el momento de despedir con todos los honores a la mejor dinastía de la última década y la mejor del siglo XXI junto a los Lakers con cuatro títulos. Parece que todavía no.

“Volveremos el año que viene”, decía, afligido pero al mismo tiempo convencido Stephen Curry tras caer en Los Ángeles. “No estamos acabados. Volveremos el año que viene”, clamaba el siempre altisonante Draymond Green.

Draymond Green, quejándose al árbitro en la serie ante los Kings

Randall Benton / LaPresse

“Lo único que diré es que Draymond, Klay, Steph, a nuestro núcleo de jugadores todavía les queda mucho que ofrecer, todavía hay de sobra en el tanque. Siento que todavía este equipo tiene potencial de campeonato”, advirtió el entrenador de los Warriors, Steve Kerr. Al habla el arquitecto y dos de los pilares de la magna y bella obra que se ha levantado en la Bahía no sólo por títulos sino por su baloncesto para alcanzarlos. Su palabra contra la lógica del tiempo. Y la económica.

Y es que no sólo va de baloncesto, sino también de arcas. Y estas, anticipan un verano complicado en Golden State, con una masa salarial absolutamente desbocada, teniendo que gastarse los Warriors el año que viene más de 500 millones en sueldos según proyección de la ESPN si se tiene en cuenta la tasa de lujo.

“Siento que este equipo todavía tiene potencial de campeonato”


Steve KerrEntrenador de los Warriors

De cara a la próxima temporada, según datos de Spotrac, la franquicia de San Francisco tendría que pagar, sin incluir el impuesto de lujo, 210 millones en salarios, el que más de la NBA.

La cifra se dispara por encima de los 150 a partir de los cuales se paga penalización y por encima de los 167,5, la línea roja a partir de la cual, con el nuevo convenio colectivo, excederse en salarios ya no toca solo el bolsillo sino los jugadores que se pueden firmar, pues las franquicias que superen ese límite no podrán usar la excepción de nivel medio en la agencia libre, no podrán firmar a nadie en el mercado de ‘buyouts’ de febrero, no podrán traspasar picks de primera ronda de draft de séptimo año y no podrán usar dinero en los traspasos. Vamos, que ya no sólo vale cartera por saltarse las normas.

Temporada 2023-2024

Jugadores con mayores contratos

1

Stephen Curry – 52 millones 

2

Klay Thompson – 43,2 millones

3

Jordan Poole – 28,7 millones

4

Draymond Green – 27,6 millones

5

Andrew Wiggins – 24,3 millones

6

Gary Payton II – 8,7 millones

7

Kevon Looney – 75 millones

A partir de aquí, hay que mirar cuál es la situación contractual del tridente para empezar. Al señor de los triples, con 35 años ya cumplidos, le espera todavía larga vida en Golden State, con contrato hasta 2026 a razón de casi 170 millones de dólares. Su situación contrasta con la de Draymond Green, que termina contrato en junio y deberá tomar una decisión, si ejecutar la opción de jugador para jugar un año más en San Francisco, el cual le reportaría 27,5 millones.

Los Warriors dejaron de alguna manera claras sus prioridades tras su incidente con Jordan Poole, a principios de temporada, renovando al escolta por cuatro años y 140 millones y sin ofrecerle nada a un Green que no ha recibido ninguna propuesta. A media campaña dio a entender que esta era su última.

Klay Thompson

Godofredo A. Vásquez / LaPresse

“El destino está escrito”, llegó a decir el bullicioso interior de 33 años. A no ser que se active una tercera opción y renueve por un contrato multianual a la baja, el ala-pívot debe decidir si renueva por un año más y ver qué pasa el año que viene o, bien, probar suerte en la agencia libre aprovechando que esta ha sido otra temporada de su ‘prime’ para obtener un último gran contrato.

Por su parte, con Klay Thompson los Warriors tendrán que tomar también una decisión. El escolta de 33 años acaba contrato en 2024 -va a cobrar 43 millones el último año-, y este verano es elegible para una extensión de 4 años y 220 millones.

Mientras el rendimiento de Draymond Green permanece incuestionable, no así el del otro ‘Splash Brother’, que ha registrado sus peores porcentajes de tiro de su carrera este curso con un 39% en tiros de campo y un 36,8% en triples y ha decepcionado en la serie contra los Lakers. Además, como apunta la ESPN, no hay ningún jugador en el equipo con contrato más allá de 2026 y chirría que la temporada en la que cumpla 37 años vaya a cobrar 61 millones. La opción más viable parece también la de una renovación a la baja.

Jordan Poole, más un problema que una solución para los Warriors esta temporada

Godofredo A. Vásquez / LaPresse

En la escala inferior, no hay dudas sobre Kevon Looney -contrato hasta 2025 y va a percibir 7,5 millones el año que viene-, y Andrew Wiggins -renovó en octubre por cuatro años hasta 2026 y 109 millones-, pero sí con Jordan Poole.

El escolta de 23 años se ha quedado lejos esta temporada de justificar su renovación, tanto en temporada regular sobre todo con un descenso del 36 al 33% en triples como en playoffs, apenas 10 puntos en 22 minutos de media con un exiguo 34% en tiros y un 25% desde el perímetro. Su discusión con Curry al descanso de uno de los partidos de la serie ante los Lakers tampoco ayuda y pinta que, de entre los jugadores con grandes contratos, su nombre sería el más susceptible de aparecer en un traspaso.

Los Warriors pagarían ahora mismo más de 500 millones en salarios el año que viene

A partir de aquí, los Warriors deben decidir también cuál es su enfoque con jugadores de rol como Donte DiVincenzo y JaMychal Green -uno tiene ‘player option’ y el otro es agente libre este verano-, y los jóvenes. La franquicia de la Bahía quiere reconstruir desarrollando jugadores al tiempo que saca jugo todavía de su generación dorada pero, a excepción de Poole, ningún otro joven ha tenido un papel relevante, suponiendo también la aportación del banquillo un hándicap.

En un movimiento que habla tanto de la falta de paciencia de los Warriors como de su urgencia económica -y que significó un fracaso para la organización de la Bahía-, Golden State traspasó en febrero a James Wiseman a los Pistons para ahorrarse los 30 millones que iba costar el año que viene el que fuera número 2 del draft de 2020.

Iguodala, Green, Thompson y Curry, los cuatro presentes en los cuatro anillos de los Warriors desde 2015

JOHN G. MABANGLO / EFE

Por su parte, Jonathan Kuminga y Moses Moody -ambos han tenido sus destellos este curso-, acaban contrato y los Warriors tienen una opción de franquicia. Sea a través de talento joven o no, una de las carencias a cubrir por los Warriors este verano es la del interior con tiro exterior que le falta, un recurso que no ha tenido en las recientes series ante los Lakers para tener más opciones de sacar a Anthony Davis de la pintura.

Todas estas cuestiones y otras como la continuidad del General Manager que ha sido también indispensable en toda esta sucesión de éxitos, Bob Myers, que acaba contrato, inquieren a unos Golden State Warriors, que en palabras de su magnífico trío dicen que todavía no, que no quieren todavía pasar a ser un inolvidable recuerdo porque les quedan memorias que añadir. Larga vida a los Warriors.




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