El Sevilla ha anunciado una pequeña revolución en la plantilla auspiciada por Jorge Sampaoli, que ha pedido una serie de refuerzos para sacar al equipo de la zona de descenso y acercarlo lo máximo posible a los puestos europeos.
Pero el conjunto andaluz tiene dos problemas. Uno es que no tiene liquidez y otro que no tiene fichas libres, sólo una. El de Casilda ha pedido un central, un delantero y un extremo y el club ya comunicó a varios jugadores que deben ir buscando una oferta para salir en enero.
Uno de ellos es Marcos Acuña, cuyo compromiso se ha puesto en entredicho antes del Mundial, unos meses en los que se ha quitado claramente del cartel, como se dice en Sevilla usando el símil taurino. Además, el Huevo, milagrosamente recuperado en Qatar, ocupa plaza de extracomunitario y eso limita el radio de acción en el mercado al tener el Sevilla las tres plazas cubiertas con Montiel, Marcao y el propio Acuña.
De esta manera, según se dice en la prensa británica, el Wolverhampton de Julen Lopetegui puede ser una solución para el Sevilla. El guipuzcoano conoce bien al argentino y le ha sacado un gran rendimiento. No está contento con los laterales que tiene, Johny Otto y Aït-Nouri, y podría acometer su fichaje.
El problema radica también en la posibilidad de que Acuña arrastre una lesión crónica en el aductor que necesite una intervención. Es uno de los motivos de enfado en el Sevilla. Al jugador se le sugirió pasar por el quirófano, pero lo declinó pensando claramente en el Mundial.
Habrá que ver qué ocurre a la vuelta de los argentinos de Qatar. Otro señalado es Papu Gómez, al que el Sevilla también le ha comunicado que debe buscarse equipo, como a Januzaj y a Suso.