El dueño de los Minnesota Timberwolves Glen Taylor está considerando vender la franquicia que compró en 1994. Igual que entonces, su objetivo principal es conseguir que el equipo se quede en Minneapolis, una amenaza de traslado que ya planeaba sobre el conjunto cuando él se convirtió en dueño.
Entre los posibles compradores han emergido varios candidatos: los dueños de los Minnesota Vikings de la NFL, un grupo desconocido que quiere llevarse la franquicia de su actual ciudad, el dueño minoritario de la franquicia Meyer Orbach y otro grupo liderado por Kevin Garnett, excampeón de la NBA y leyenda de los Wolves.
El exjugador llevaba años enfadado con la gestión de Taylor y llegó a decir que no quería “hacer negocios con serpientes”. A través de su cuenta de Instagram, Garnett izó la bandera blanca y explicó sus intenciones en público:
“Mi pasión para que los Minnesota Timberwolves se conviertan en un equipo de campeonato es bien conocida, y tengo un cariño profundo por la ciudad de Minneapolis. Quiero volver a ver a Minneapolis siendo la comunidad diversa y apasionado que sé que es. No hay dos personas que quieran más a la ciudad que yo mismo y Glen Taylor, así que espero poder trabajar con él para cumplir mi sueño”.
Según las cifras de la revista Forbes, la franquicia está valorada en 1.375 millones de dólares, y Taylor buscaría venderla por 1.200 millones como mínimo. Hay dos condiciones insalvables en su contrato de venta: que los Wolves sigan en Minneapolis y que la propiedad mantenga la gestión de las Minnesota Lynx de la WNBA.
Según fuentes de la ESPN, la familia Wilf, propietaria del otro equipo de las Grandes Ligas de la ciudad, los Minnesota Vikings de la NFL, estaría en primera posición por hacerse con el equipo. Tres hermanos forman la propiedad de la franquicia de la NFL, que compraron en 2005 por 600 millones de dólares y tiene un valor aproximado de 3.000 millones a día de hoy.
Taylor explicó que ha recibido ofertas de postores que quieren llevarse el equipo fuera de la ciudad, algo que no es una opción. “No son candidatos, lo hemos dejado muy claro”, explicó el magnate de 79 años a The Athletic.
El runrún entorno a la propiedad de los Wolves lleva años soltando rumores de venta, pero ahora la proposición parece seria, y Garnett no quiere perder el barco.
“A pesar de los sentimientos del pasado con Glen, nada me gustaría más que convertirme en su socio de futuro para esta genial pero gigante reconstrucción de una ciudad que amo profundamente”, aseguró el exjugador. “Hay que poner el pasado a un lado y centrarse en el presente”.
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