Los Minnesota Timberwolves supieron agarrarse a la eliminatoria pese a cometer errores de bulto en los segundos finales del cuarto partido, que terminó con un ajustado 119-118 en el marcador ante unos Memphis Grizzlies enganchados con cola de contacto a su rival pase lo que pase sobre la pista. El 2-2 en la serie de primera ronda de playoffs llegó precisamente en otra noche de protesta contra Glen Taylor, la tercera en los últimos cinco partidos de la franquicia de Minneapolis.
No fue con pegamento como en la primera ocasión, pero la aparición de una espontánea vestida de árbitro junto a Taylor, sentado en primera línea y a una silla del banquillo de su equipo sorprendió por la accesibilidad de las activistas. Los miembros de seguridad fueron diligentes y solventaron el marrón en segundos, aunque la estadística favorece a los Wolves. Cuando ha habido protestas sobre la pista, han ganado tres partidos. Sin ellas, han perdido los dos que han disputado en tiempo de play-in y postemporada.
La estrambótica anécdota no escondió que pese a la importante victoria, Minnesota volvió a jugársela demasiado en los segundos finales. Memphis estuvo cerca de remontar un 115-108 en contra a falta de 1:30 con dos canastas de Dillon Brooks y una de Ja Morant, notablemente desacertado de cara tiro pero muy incisivo en las últimas jugadas.
En ese suplicio final, Patrick Beverley falló dos tiros libres y la defensa local se dejó enredar facilitando una canasta a boca de aro a falta de 6 segundos para el final. Tyus Jones falló un triple abierto a 10 segundos que hubiera dado el empate a los visitantes. El fallo dio paso a cuatro tiros libres de Karl Anthony-Towns, que por fin apareció como se merece su equipo en la eliminatoria.
Con sangre fría, el pívot dominicano metió cuatro de cuatro en los 10 segundos finales y evitó así que el triple final de Desmond Bane sobre la bocina, el 119-118 pudiera haber sido otra cosa. Towns, siempre reivindicativo a pesar de ser bastante criticado, no celebró el triunfo a pesar de sus 33 puntos, 14 rebotes y 3 asistencias, su mejor marca anotadora en unos playoffs. El interior declaró nada más finalizar que los Wolves eran conscientes de que se la jugaron en el tramo final después de un choque de infarto.
Anthony Edwards, con 24 puntos, y Beverley, con 17 tantos y 5 asistencias, también fueron importantes para un quinteto de Minnesota que hizo el pleno de dobles dígitos en anotación. Partiendo desde el banquillo, Jordan McLaughlin resultó decisivo con 16 tantos, 2 rebotes, 2 asistencias y 2 robos que llegaron en tan solo 14 minutos sobre la pista.
Memphis pudo aguantar en el marcador gracias a Bane, autor de 34 puntos y 8 triples de 12 intentos, y Brooks, que finalizó con 24 tantos. La estrella del equipo, Ja Morant, tuvo otra noche de negada en el tiro con una serie de 4 de 13 y aportó 11 puntos, 8 rebotes y 15 asistencias durante la ajustada derrota. El jugador reconoció que físicamente no estaba en condiciones óptimas todavía para poder desplegar su físico y electrizante juego sobre la cancha.
Los Grizzlies llegaron a ir 50-35 abajo en la primera mitad después de un 17-1 de parcial de los locales. El equipo de Taylor Jenkins supo reaccionar y volvió a ajustar el encuentro como ya hizo en el chocante triunfo durante el tercer partido, en el que remontaron dos desventajas de +25.
La igualdad fue una de las señas del encuentro, pero también lo fue el juego físico de ambos equipos. Hubo golpes, amagos de lesión y eso llevó a la desesperación al entrenador de Memphis, muy contundente en la sala de prensa: “En mi opinión ha sido uno de los partidos más pobremente arbitrados de mi trayectoria en la NBA”. Jaren Jackson, uno de los referentes de los Grizzlies, tan solo pudo disputar 23 minutos antes de acumular 6 faltas y marcharse eliminado a la banda.
No resultó el de anoche un encuentro especialmente bonito, pero los Wolves usaron el tono bronco y pausado del choque para persistir e igualar una eliminatoria emocionante entre dos equipos jovenes que buscan crecer durante esta postemporada NBA.