Lucas Pérez está de vuelta. Su situación en el Alavés ha cambiado radicalmente con la llegada de Javi Calleja, quien le devolvió a la titularidad. Ahora, recuperada su sonrisa, el delantero quiere que su felicidad sea completa. Sobretodo intentando salvar al equipo, pero para ello precisa romper su sequía. Lucas aún no se ha estrenado como goleador este año. Su diana más reciente fue en el último día del 2020 frente al Osasuna y como las tres últimas vino desde el punto de penalti. Para encontrar un gol de jugada hay que retroceder seis meses atrás, cuando el pasado 8 de noviembre le marcó al Levante, curiosamente el próximo rival de un Alavés que se juega la permanencia.
Los granota llegan a Mendizorroza en plena dinámica negativa (encadena 4 derrotas consecutivas), pero con los deberes prácticamente hechos en lo que a su continuidad en Primera se refiere. De ello quiere aprovecharse el Alavés, para sumar tres puntos que encarrilarían la salvación, y Lucas, deseoso de volver a marcar.
Los goles del gallego son de vital importancia para el conjunto babazorro, pues cuando ha visto puerta el equipo vitoriano nunca ha perdido. Pasó contra el Levante; su zurdazo en el 4’ abrió el marcador para el Alavés, que luego no pudo aguantar el resultado y terminó por sumar un punto en el Ciutat de València. Luego también se empató contra el Valencia en casa (2-2), se venció al Real Madrid en el Di Stéfano (1-2) y se firmaron las tablas contra Osasuna en el Sadar (1-1), siempre con un gol de Lucas en cada uno de los citados encuentros.
Ahora, frente a una víctima a la que ya ha hincado el diente, Lucas Pérez quiere volver a ‘mojar’.
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