Hace 15 años que Christopher Brian Bridges, alias Ludacris (Illinois, 44 años) ganó el Grammy al mejor álbum de rap del año con su quinto disco, Release Therapy (2006). Pero es difícil asegurar que este sea el momento cumbre en su carrera. El artista multidisciplinar consiguió hacerse un hueco en el reparto de la saga Fast & Furious desde la segunda entrega, A todo gas 2 (2003), y ahí sigue su personaje casi 20 años después y con la décima película ya en marcha. Ahora, este jueves 10 de marzo, ha estrenado la segunda temporada de su último proyecto, El mundo de Karma (Netflix), una serie de animación infantil de la que es creador y guionista, basada en las propias experiencias de su hija. Enérgico, de pie, con el cabello afro perfectamente definido y desde un estudio de grabación —su hábitat natural—, atiende la entrevista por videollamada para contar las claves de esta nueva aventura.
De partida, El mundo de Karma está directamente inspirada en su hija Karma, quien comparte nombre con la protagonista; pero también vivencias y una meta: querer llegar a ser una estrella de la música. “Todas las historias son reales, y creo que por eso está conectando con la gente, porque son cosas que de verdad ocurren y por las que mi hija ha tenido que pasar”, cuenta Bridges. La primera temporada, estrenada en 2021, empieza con el primer día de instituto de Karma. Una etapa de cambios y crecimiento para los adolescentes que se ve reflejada a lo largo de los capítulos: que no te gusten tu nombre ni tu pelo, perder a tu mascota, pelearte con tu mejor amiga o sentir que ya eres muy mayor para los planes que hasta ahora hacías con tu padre —en este caso, también basado en el propio Ludacris—.
En esta segunda temporada se mantienen los cimientos de la serie y, mientras que el argumento principal sigue centrado en el crecimiento y el desarrollo de Karma, con capítulos que cuentan por ejemplo qué significa convertirse en un líder, el foco apunta además hacia “temas de actualidad, como el body positive [movimiento de las redes que rechaza los prejuicios estéticos y promulga que todos los cuerpos son bonitos] o lidiar con la ansiedad”.
Bridges, padre de cuatro hijas con la modelo Eudoxie Mbouguiengue, explica que uno de los principales motivos para empezar con el proyecto fue la intención de “dejar un legado para mis hijas y también para el resto del mundo”. El artista detalla que quería que la serie fuera de ayuda para el público más amplio posible, y que por eso también ha incluido un personaje que habla castellano, “para representar a la cultura latina y a España” —país del que, cuenta, se enamoró en Tenerife, en el rodaje de Fast & Furious 6 (A todo gas 6) (2013)—. Otra de las motivaciones es su gusto por la animación. “Siempre me ha encantado. Es como algo histórico, puedes coger la animación y dejar que sea la misma por muchos y muchos años y seguir siendo consistente, así que puedes poner a la gente en una cápsula temporal, que es lo genial de esto”.
Y si hay algo que también tiene El mundo de Karma, es hip-hop, mucho hip-hop. Como no podía ser de otra manera, Ludacris ha formado parte del proceso de composición de todas las canciones de la banda sonora, algo que le ayuda a refrescarse mientras la producción de su nuevo disco sigue en pausa: “Siempre estoy buscando formas de expandirme y ser aún más creativo, y esta es una gran forma de hacerlo y de intentar hacer algo positivo para todos los niños y todos los padres”.
La estrella estadounidense agradece tener un tiempo para reflexionar sobre su nueva música. De hecho, ha sido él mismo quien ha detenido la producción de su próximo lanzamiento musical para centrarse en el desarrollo de la serie de animación. Su último disco hasta la fecha, Ludaversal (2015), es el que menos ventas ha registrado hasta la fecha: 130.000 copias vendidas, mientras que sus dos primeros discos, Back for the First Time (2000) y Word of Mouf (2001), superaron los tres millones de copias vendidas. Por una parte, Ludacris acusa el cansancio de una carrera musical de más de dos décadas y, además, tiene que competir con nuevos artistas y tendencias musicales que todavía no existían a principios de los 2000, cuando él y sus compañeros de generación empezaron, así como con las plataformas de streaming.
Ludacris admite sin reparo que esta serie es el proyecto del que se ha sentido más orgulloso. Una afirmación nada fácil si proviene de uno de los raperos más famosos del sur de los Estados Unidos, que ha fundado su propia discográfica y que también, aparte de ser un icono televisivo, formó parte del reparto de Crash (Colisión) (2004), que ganó el Oscar a Mejor Película: “La mejor manera de mantenerse fresco es ser tú mismo, y confiar en quién eres. Uno evoluciona, y crece y progresa en su vida y lo hace manteniéndose fiel a uno mismo mientras cambia su alrededor”. Del futuro solo espera dos cosas: que su noveno álbum de estudio llegue pronto y que Fast & Furious 10 se ruede en España.
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