España se encuentra en estos días dentro de una gran tormenta que está dejando helada a gran parte del país y se están registrando nieves en lugares donde hacía muchos años que se veía el manto blanco. Además, el frío está siendo otro de los protagonistas, con registros de hasta 35º bajo cero en lugares del interior de Castilla y León por ejemplo.
Pero en el mundo existen lugares realmente fríos, donde la temperatura suele ser extrema durante la mayor parte del año, pero sobre todo en invierno. El mercurio no suele llegar a más de unos grados por encima del cero, y cuando dice de nevar, nieva de verdad y durante largas jornadas. En estos lugares también vive gente, que tiene que acostumbrarse en su día a día a superar las condiciones extremas de su clima.
Oymiakon, el lugar más frío del planeta
Tradicionalmente se considera a este pequeño pueblo siberiano como el más frío del planeta. Se han registrado temperaturas de hasta -71 grados en uno de sus inviernos más fríos, en el año 1924.
El pueblo de Oymiakon se sitúa al este de la República de Shaka, en Siberia, y viven unos 500 habitantes que tienen que hacer frente a estas temperaturas extremas cada invierno. Aunque lo normal es que desde septiembre el termómetro ya registre grados bajo cero y no suba hasta mayo.
El pueblo suele estar sumido en una constante niebla por el frío y las bajas temperaturas. Su habitantes se alimentan de carne y pescado, y las verduras brillan por su ausencia en su dieta. Además, ante la imposibilidad de hacer excavaciones en el suelo por su dureza y la del mantenimiento de las cañerías, los servicios de las casa están en la calle, en plena nieve.
Verkhoyansk y Yakutsk
Unimos estas dos ciudades porque se encuentran muy cerca de Oymiakon, aunque son más grandes que el pueblo siberiano. También situadas en la República de Shaka.
Se dice que eran las tres ciudades favoritas de Stallin para mandar a los presos políticos por las temperaturas extremas de frío y nieve. Además, el mandatario ruso pasó sus últimos días en la fría Yakutsk donde se han registrado temperaturas de hasta -64 grados.
En estas localidades se recomienda no usar gafas ya que los cristales se congelan y podrían romperse en los ojos.
En el caso de Verkhoyansk es de las ciudades más pequeñas de Rusia con unos 1.300 habitantes donde los ríos están congelados en invierno y facilitan el acceso a la ciudad. Además, si queremos vivir en una ciudad con estas temperaturas debemos saber que los móviles no funcionan y que los coches deben estar encendidos permanentemente para que la gasolina no se solidifique.
Internacional Falls, la nevera norteamericana
Pero no solo en Rusia viven en condiciones de frío extremo en invierno. En Estados Unidos también existen varias ciudades donde el frío es protagonista y la nieve es parte del paisaje muchos meses del año.
En Internacional Falls debemos saber que soportaremos temperaturas de hasta -40 grados, registradas hace muy poco, en el año 2008. El frío extremo de esta localidad de Minnesota de poco más de 6.000 habitantes, les llevó a crear su propio festival de invierno conocido como Icebox Days, algo así como los Días de Nevera.
En estos Icebox Days, que duran cinco días durante el mes de enero, se realizan carreras de esquí, actividades para los niños y la nieve, o rifas solidarias para niños y gente necesitada.
Barrow
No hay que irse muy lejos para conocer la zona habitada más frío de América. Se trata de Barrow, el pueblo habitado más al norte de Alaska. Barrow es un pueblo con 4.200 habitantes aproximadamente donde el sol desaparece en noviembre y no vuelve a aparecer hasta finales de enero por su cercanía al Círculo Polar.
Se trata de un lugar inhóspito que ha llegado a tener temperaturas de hasta 49 grados bajo cero y registra más de 240 días a temperaturas bajo cero.
Muy próxima al lugar más frío de Estados Unidos, Prospect Creek, donde se registró en 1971 una temperatura de -61ºC, pero se trata de un lugar donde hace años ya no vive nadie.
Roros
Por último, nos desplazamos hasta Europa para conocer el pueblo de Roros donde se registraron temperaturas de hasta 50 grados bajo cero. Se trata de un pueblo de unos 5.500 habitantes en la provincia de Trondelag, en Noruega conocido por la explotación de minas de cobre desde el siglo XVII.
En Roros encontramos muchas infraestructuras, hasta un aeropuerto nacional, pero el frío invade la ciudad todo el invierno, aunque en verano se han llegado a registrar hasta 11 grados por encima del cero, algo poco común en Noruega.
Más al sur de Roros, en el mismo condado, existe un pueblecito de nombre Hell donde el frío es mucho más extremo, y en donde viven poco más de 1.000 habitantes concentrados en un metro cuadrado.
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