Luis Rioja es un tipo simpático. Su alegre carácter ha entrado muy bien en el vestuario albiazul, experto en acoger con los brazos abiertos a todo tipo de futbolistas para meterles cuanto antes en la dinámica del club. Con 26 años recién cumplidos el pasado 16 de octubre, ha cumplido al fin con el sueño de jugar en Primera División, una máxima categoría en la que se siente a gusto y en la que está dispuesto a mantener su estilo.
Nacido en Las Cabezas de San Juan (Sevilla), en el seno de una familia humilde, ha conocido las dos caras del fútbol. Trabajó de camarero mientras trataba de no renunciar a su sueño en el equipo de su tierra. Tras pasar por las canteras del Real Madrid y Celta de Vigo, su suerte cambió de manera radical en el verano de 2017, cuando recaló en el Marbella.
En dos temporadas, ha pasado de jugar en Segunda B a dar el salto a la Primera División. El Almería se fijó en él y lo incorporó en la pasada campaña. Sólo le ha bastado un curso en la División de Plata para llamar la atención de Sergio Fernández, el director deportivo albiazul, que le reclutó este verano para el Deportivo Alavés. El reto, casi imposible: tomar el testigo de Jony, el mejor extremo zurdo que ha tenido el equipo en la actual etapa en Primera y uno de los mejores asistentes de la Liga en el pasado curso.
Sin embargo, este atrevido andaluz no se amilana. Pasito a pasito, con su estilo propio, se ha ganado por ahora un sitio en el once inicial de Asier Garitano. Hasta que Burgui alcance el nivel necesario, ahora mismo es el único extremo zurdo puro de la plantilla.
De menos a más
Hasta ahora, forma parte del núcleo de 12 futbolistas que, en este primer cuarto liguero, son los más utilizados por el de Bergara. Concretamente es el décimo que más minutos juega, con un total de 505. Ha sido titular en seis de las nueve jornadas ya disputadas y ha tomado parte en siete encuentros.
Formó parte del once inicial en los dos primeros duelos de esta Liga, jugados en Mendizorrotza, y fue suplente en el tercero. No contó con él Asier Garitano por motivos tácticos ni en el cuarto ni en el sexto, siendo titular en el quinto. Después, en los tres últimos choques, se ha asentado en el once del vasco. Al igual que el equipo, que tocó fondo en Donosti, ha mejorado sus prestaciones en estos tres envites.
Aunque todavía no cuenta con la chispa y el descaro que exhibió en Segunda A en el pasado curso, está contento con su proceso de aprendizaje en la máxima categoría. “Voy a intentar hacer el mismo juego que el año pasado”, subraya sin querer renunciar a su estilo ofensivo y atrevido. Se siente “cómodo” en el sistema de juego albiazul y asegura que “la adaptación, gracias a los compañeros y a la gente que nos ayuda es mucho más fácil”.
Ganar a domicilio
Hasta ahora, el conjunto babazorro sólo ha logrado un punto como visitante, una mala racha que pretende quebrar mañana viernes en el Estadio de La Cerámica, un escenario que se le está dando bien en las últimas campañas. “El Villarreal está muy en forma, cuenta con un sistema muy mecanizado y domina varias fases del juego, tanto con el balón como al contragolpe”, comentó ante un partido “propicio para que el Alavés sufra y dé más en ataque”.
Eso sí, destaca como fundamental el trabajo en defensa frente a un “rival con tanto gol”. “Debemos evitar que hagan esas ocasiones que consiguen con tanta facilidad”, apuntó.
El Deportivo Alavés ha dado un claro paso adelante en sus tres últimos envites. “El equipo está mucho más mentalizado de lo que quiere hacer; eso se nota en los resultados. En los últimos encuentros hemos cambiado la dinámica, porque atacamos más, jugamos mejor y somos más ambiciosos”.
Está feliz por la mejoría en la parcela ofensiva, donde el Alavés producía muy poquito en las seis primeras jornadas. “Lo estamos consiguiendo y estamos mucho más contentos por el juego y por los resultados”, subrayó el joven andaluz, que cada día va dando nuevos pasos en la siempre difícil adaptación a la Primera División.
El Alavés muestra hasta la fecha dos caras. Una muy solvente en cada, donde suma 10 de los 15 puntos disputados, y una que necesita mejorar mucho como visitante, ya que a domicilio presenta un balance de un empate y tres derrotas en cuatro duelos. Luis Rioja apela al público albiazul para explicar la metamorfosis. “La afición nos alienta, empuja y ayuda, por lo que nos sentimos más cómodos. Fuera nos ha faltado un poquito de chispa, pero ésta es la dinámica que deseamos”, transmitió.
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