En el día de ayer Luis Rubiales , presidente de la RFEF anunció que está dispuesto a modificarse sus ingresos y situación retributiva, fijando un fijo como sueldo y anulando el variable que tiene en la actualidad. Es más, el presidente federativo anunció que ya se lo ha trasladado a los miembros de la Asamblea General junto con el hecho de que esta medida tiene carácter retroactivo desde que entró en vigor su actual situación retributiva en octubre del 2020.
Un cambio que, según recoge los Estatutos de la RFEF, podría llevarse a cabo ya la próxima semana. Así lo recogen los Estatutos de la RFEF donde en su artículo 21 relativo al régimen de funcionamiento deja claro que, en caso de urgencia, se puede convocar a la Asamblea General con apenas 48 horas de antelación:” La convocatoria de los órganos colegiados de la RFEF se efectuará dentro de los términos que en cada caso concreto prevean los presentes Estatutos; en ausencia de tal previsión o en supuestos de especial urgencia, la misma se efectuará con una antelación mínima de cuarenta y ocho horas”.
En condiciones normales, y no estimando este carácter de urgencia, este cambio en su situación retributiva podría efectuarse como tarde a finales de mayo. Los mismos Estatutos recogen en su artículo 27 que es Luis Rubiales quien tiene la capacidad para convocar la Asamblea en un plazo de un mes: “La convocatoria de la Asamblea corresponderá al Presidente de la RFEF y deberá efectuarse con una antelación de treinta días..”
Porque es cierto que, conforme ha expuesto estos días el propio Luis Rubiales, es la Asamblea quien debe aprobar su remuneración. Así lo fija también el artículo 26 de los Estatutos y que se refiere a las competencias de este órgano. En el apartado b del punto deja claro que es su competencia “Otorgar su aprobación a que sea remunerado el cargo de Presidente de la RFEF, así como determinar la cuantía de lo que haya de percibir; requiriéndose el mismo quórum que prevé el apartado anterior”. Quórum fijado en la mayoría absoluta de los presentes en la Asamblea donde se apruebe.
El presidente de la RFEF explicó que cobra seis veces menos que Javier Tebas, presidente de la Liga.
Como ya explicamos en este periódico hace unos días, Luis Rubiales ingresó el pasado año 2021 un retribución total de 634.518,19 euros. En términos netos esto supuso un total de 393.327.12 euros. Así lo recoge el portal de transparencia de la RFEF.
Es fruto de lo aprobado en la asamblea de octubre del 2020 donde se cambió el status que tenía desde meses después de su acceso a la presidencia en mayo del 2018. Entonces celebró la primera Asamblea en el 2018 como máximo responsable del estamento federativo. Durante la misma este organismo respaldó la propuesta de retribución a percibir como presidente de la institución y donde se aprobó que Luis Rubiales recibiera una cantidad fija de 160.000 euros brutos anuales y una retribución variable condicionada a los ingresos de patrocinios, consistente en un 0,6% de dichos ingresos, si bien con un límite superior máximo del 0,175% de los ingresos propios de la RFEF. Esta retribución variable además, y según quedó constancia en la misma acta, sería reducida de manera proporcional, hasta un 10% del total del salario bruto, si Luis Rubiales percibía otros ingresos retributivos procedentes de las federaciones internacionales. También se acordó que la retribución salarial será pagada de manera íntegra de los ingresos propios de la RFEF y, según el acuerdo de la Asamblea General del año 1989 con Angel María Villar como presidente, se puso a disposición del presidente de la RFEF una vivienda, siempre y cuando tuviera su domicilio habitual fuera de la Comunidad de Madrid.
Situación retributiva que estuvo vigente hasta la citada Asamblea de octubre del 2020 . La primera además después de su reelección como presidente para el próximo ciclo olímpico hasta el 2024.
Durante la misma los miembros presentes aprobaron la nueva situación de Luis Rubiales hasta el final de este nuevo mandato.
En este nuevo escenario, Luis Rubiales pasa por mantener la misma cantidad fija aprobada por la Asamblea General del 2018 (160.000 euros brutos), actualizada cada ejercicio con el IPC anual, y una retribución variable del 0,15% de los ingresos totales anuales liquidados, excluidas las subvenciones públicas. Fue el tesorero Eduardo Bandres quien recordó que en el anterior acuerdo retributivo era un límite total del 0,175% y ahora se reduce al 0,15% y se desvincula ya de los ingresos relacionados de las operaciones de patrocinio o marketing. Asimismo, se decidió mantener la ayuda en concepto de vivienda, aprobada por una Asamblea en el año 1989, fijando la cuantía correspondiente a 31 de diciembre del 2019, sin ningún incremento anual.
Sería este último escenario el que está dispuesto a cambiar por una asignación fija y con carácter retroactivo a lo que ha percibido los últimos 19 meses.