Pocos finales a una carrera deportiva han sido tan crueles como el de Luis Suárez con Uruguay. El ex delantero de Barcelona y Atlético puso su grano de arena para evitar la eliminación de su equipo en la fase de grupos del Mundial de Qatar, pero un tanto de Corea del Sur en el tiempo de descuento ante Portugal le obligó a decir adiós de forma prematura.
Suárez, con 35 años, quería disfrutar al máximo en su última Copa del Mundo, pero no se esperaba que el desenlace con la camiseta celeste iba a ser tan duro.
Uruguay se jugaba la vida ante Ghana en una última jornada de la primera fase donde los charrua no dependían de sí mismos. Debían ganar a la selección africana y esperar que Corea del Sur no lograra los tres puntos contra Portugal.
Todo iba a pedir de boca en su partido. Suárez fue protagonista al participar en las dos dianas de Uruguay a Ghana. Un remate suyo fue remachado por Giorgian De Arrascaeta para abrir el marcador y luego el ex del Barça asistió a su compañero para ampliar rentas.
Uruguay ganaba y Corea empataba con Portugal, hasta que en el descuento un gol de Hee-Chan Hwang rompió con todo.
Suárez, tras ser sustituido, vio desde el banquillo la tragedia que iba a apear a Uruguay del Mundial. Había estado rozando los octavos durante todo el encuentro, pero el pase iba a esfumarse de repente para encajar una cruel eliminación en el que ya es su adiós con la camiseta celeste.
El futuro de Luis Suárez es incierto. Se desvinculó del Nacional, el club donde empezó su trayectoria futbolística, antes de encarar el reto mundialista. Cerró el círculo y ahora deberá valorar qué hacer con su carrera deportiva.
Lo que es seguro es que Suárez ha vestido en 138 ocasiones la camiseta de Uruguay, dejando por el camino escenas tan icónicas como el mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil 2014. En Qatar aún le quedaba un más por protagonizar, en este caso unas lágrimas de decepción por una cruel eliminación.