Las cosas no están yendo del todo bien en los Dallas Mavericks. El subidón que provocó la llegada de Kyrie Irving al conjunto tejano se ha ido difuminando hasta llegar a las dudas actuales.
Juntar al All-Star con otro amasador de balón como Luka Doncic era arriesgado desde un principio y los resultados están demostrando que, de momento, la apuesta salió cruz. Solamente una victoria en cinco partidos es el balance con las dos superestrellas compartiendo pista, unos pobres resultados que deberán cambiar si los tejanos quieren hacer algo esta temporada.
Antes de la llegada de Irving, el cumpleañero Doncic era el amo y señor de los Mavericks. Pero ya no es así. A pesar de que el esloveno fue el mejor de los Mavericks en la derrota ante los Pacers con 39 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, el úlimo balón fue para Irving (16 puntos, 5 rebotes y 9 asistencias), condenando a los Mavs a la derrota al no entrar el triple para la victoria.
Tres partidos clave
Los siguientes compomisos de los Mavericks determinarán en buena medida la realidad del equipo. El calendario ha querido que Philadelphia 76ers, Phoenix Suns y Utah Jazz sean los próximos en visitar el American Airlines Center. Tres partidos en casa para los Mavericks ante tres rivales más que complicados.