La idea de reforzar el centro del campo durante el mercado de fichajes del próximo mes de enero con la llegada de Christian Eriksen sobrevuela la cabeza de los dirigentes del Real Madrid.
Una idea que, sumada a la irrupción de Fede Valverde en el centro del campo perjudica indirectamente a Luka Modric ya que el croata es quien ocupa ese puesto de interior en el centro del campo. Y es que Modric, que ha sido y es una pieza clave dentro del esquema de Zidane, parece estar en un momento en el que la competencia le acorrala más que nunca.
Si bien es cierto que en el Real Madrid no se duda de la calidad del actual Balón de Oro, la realidad es que el ‘10’ acaba de cumplir 34 años y la regeneración en el centro del campo ya le pisa los talones cuando, además, cumple contrato en junio de 2020.
Por su parte, Modric sigue ‘dando guerra’. Durante el pasado duelo ante el Granada en Liga marcó un gran gol con una de sus especialidades: el disparo de larga distancia. También con Croacia consiguió marcar tras una gran jugada individual frente a Hungría por lo que parece haberse dado cuenta de lo que le amenaza y ya trabaja para seguir en el escalafón más alto del vestuario.
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