Con la duda de Tomás Pina y el regreso de Joselu, el Alavés va a tratar de cerrar este durísimo arranque liguero, tanto por el calendario como por los resultados, con un triunfo que refuerce la moral del equipo y le saque del sótano de la tabla. Al margen de la duda del manchego, el resto de la plantilla está disponible.
Pablo Machín respeta a los adversarios, pero ensalza por encima de todo las virtudes de su equipo. “Mi ideal es que el rival esté más pendiente de nosotros que nosotros del rival”, afirma de cara a un derbi distinto por la ausencia de público en las gradas. Espera a un Athletic “más herido de lo normal, sobre todo por la forma de perder frente al Cádiz”, pero anima a sus pupilos. “Tenemos que potenciar nuestras virtudes, porque nosotros somos los importantes y, si hacemos las cosas bien, podemos poner las cosas difíciles a cualquiera”, les aseguró.
El técnico diferencia claramente los tres primeros partidos del últimos jugado ante el Villarreal. “Tenemos que dar una imagen sólida y competitiva, como ya hemos hecho”, reclamó ante un contrincante que “va a ser todavía más difícil si cabe, porque después de cómo perdió contra el Cádiz, no nos van a dar ninguna ventaja”. “La gente puede pensar que con uno menos les metieron un gol y que con dos menos les ganaron el partido, pero estas cosas suceden en el fútbol”, explicó.
Elogió las virtudes del conjunto de Gaizka Garitano. “Cuenta con futbolistas contrastados y puede jugar con muchas versiones. Pueden ser muy peligrosos jugando a la contra con Williams y Muniain y también, cuando hacen un juego elaborado, tienen muchísima llegada por banda, con muy buenos centradores y muy buen potencial en el juego aéreo”, describió.
Sin embargo, se mostró convencido de que “su Alavés tiene capacidad suficiente para ganar este partido”. “Todos los equipos son vulnerables y trataremos de que se note dónde les podemos hacer daño”, indicó.
Con público
Una vez más, el entrenador babazorro se acordó de la afición alavesista. “Este derbi me hubiera gustado vivirlo con el alma del alavesismo, que es nuestra afición, pero tendremos que disputarlo sin ese jugador número 12 que tanto nos ayuda”, lamentó.
Aunque no se obsesiona con ser colista con sólo un punto en cuatro partidos, sí es conciente de que es necesario puntuar para “ganar confianza”. “Los buenos principios y los puntos ayudan a que suba la autoestima. Somos profesionales y somos conscientes de que estamos haciendo un buen trabajo en el césped”, apuntó. “Hay que seguir este camino y saber que las dudas no ayudan a nadie”, advirtió. “Las dudas pueden surgir externamente, porque internamente tenemos muy claro cual es la línea de trabajo y qué valores han llevado históricamente al Alavés al éxito”, remarcó.
En construcción
El soriano alabó “la riqueza táctica” de su plantilla y quiso ser optimista. “Nos faltan todavía muchas cosas, porque si todo el mundo puede mejorar, cuando tratamos de construir algo nuevo todavía más”, afirmó convencido de que “ese margen de mejora que hay tiene cosas muy buenas”.
Desde que el Alavés juega sin público, sólo ha ganado un partido en Mendizorrotza. Fue el 18 de junio ante la Real Sociedad (2-0). Desde entonces, ha encadenado en casa dos empates y cuatro derrotas -Osasuna (0-1), Granada (0-2), Getafe (0-0), Barcelona (0-5) y, ya en esta liga, Betis (0-1) y Getafe (0-0). Ante el Athletic, tratará de recuperar el embrujo del coliseo albiazul.
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