Machín tampoco arranca el tren


Que a perro flaco todo son pulgas volvió a quedar claro para el Espanyol, un equipo que esperaba salir del farolillo rojo en Leganés y engancharse al tren de la permanencia, pero que pareció dejarse toda su energía y buena parte del esperanzador fútbol que había mostrado ante el Betis la semana pasada en el accidentado viaje en AVE del día anterior, que les hizo llegar a medianoche a Madrid.



Sea por alteración del sueño o no, la ‘empanada’ con la que se presentó el conjunto blanquiazul en Butarque era de aúpa y lo pagó muy pronto. Un error grosero de Marc Roca fue aprovechado en el minuto 11 por Braithwaite para acrecentar las dudas sobre el equipo. Y de las dudas se pasó pronto al pánico. El Leganés, que jugaba a otra velocidad, fabricó una espectacular jugada que En-Nesiry envió al fondo de la red al inicio del segundo periodo. La cara de pasmo perica era tremenda.

Y es que el Espanyol de Pablo Machín ha intentado agarrarse a las buenas sensaciones que ha dado en algunos momentos, pero estas no se han transformado en resultados. De hecho, los números del técnico soriano en Liga son similares a los de su antecesor, David Gallego. Ambos han sumado cinco exiguos puntos, con una victoria y dos empates, aunque en realidad las cifras de Machín son porcentualmente peores, ya que los ha logrado en 10 partidos, mientras que Gallego lo hizo en ocho.

El caso es que había puestas muchas esperanzas en que Leganés fuera un punto de inflexión en la temporada perica, pero lo que ha hecho es confirmar que el equipo está moribundo. Son ya seis derrotas y dos empates consecutivos en Liga y las últimas cuatro salidas se han saldado con KO. Ni fuera ni dentro. El Espanyol no reacciona. Y el próximo rival es el líder, un Barça que intentará ahondar en la herida de un equipo que necesita lograr números de Champions League desde ya si quiere salvarse del descenso.


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