“Otra familia que te cargaste por zorra”. Con ese duro mensaje publicado en la cuenta de Instagram de la modelo y empresaria argentina Wanda Nara arrancó el fin de semana la nueva temporada del culebrón protagonizado por una de las parejas más mediáticas de Argentina: Nara y el futbolista del París Saint Germain (PSG) Mauro Icardi. El comentario de la modelo fue el primero de varios en los que dio por terminada su relación de siete años con el futbolista, con quien ha tenido dos hijas. Dejó entrever también que el motivo de la separación estaba relacionado con otra mujer. Los medios locales apuntaron con rapidez hacia Eugenia China Suárez y la actriz se convirtió en el blanco de numerosos insultos de corte machista, entre ellos, “robamaridos”, el más repetido.
Mientras la pareja mantiene a sus millones de seguidores enganchados a internet y a la televisión con pistas sobre los hasta ahora fallidos intentos de reconciliación iniciados por Icardi, Suárez ha restringido los comentarios en sus redes ante la avalancha de críticas recibidas después de que programas del corazón difundiesen extractos de la conversación que mantuvo por Telegram con el futbolista.
“Algún día tenemos que salir de joda vos y yo. En alguna parte del mundo donde no te conozcan, ja”, le escribió Suárez al delantero del PSG, según los chats filtrados. Nara leyó la charla privada después de que su marido le hubiese pedido el teléfono por notarla “rara” y que ella copiase su conducta. En mensajes anteriores, Suárez lo había piropeado y había compartido vídeos de su expareja, el actor chileno Benjamín Vicuña, jugando el fútbol y burlándose de él. Icardi negó haberse encontrado con ella y dijo que se trataba solo de “un coqueteo”.
El feminismo argentino ha logrado importantes victorias en los últimos años como la legalización del aborto, la capacitación con perspectiva de género en todos los organismos estatales, una ley contra el acoso callejero y movilizaciones multitudinarias para exigir medidas contra los feminicidios, entre otras. Pero basta sumergirse en el tema estrella de la prensa rosa esta semana para ver la fuerza que conserva el machismo en el país suramericano.
La difusión de los chats privados ha estado acompañada de numerosas notas en las que se recuerda la relación extramatrimonial que mantuvieron Vicuña y Suárez cuando el actor aún estaba casado con otra famosa argentina, Pampita Ardohain, y de cientos de memes en los que se atribuye a la actriz la capacidad de romper cualquier cosa.
Ante la reacción social, referentes feministas han salido este martes a condenar el machismo presente en muchos de los comentarios vertidos estos días y el doble rasero que persiste ante el comportamiento de hombres y mujeres.
“No hay ‘robamaridos’. Los maridos tienen capacidad para aceptar o rechazar una propuesta sexual y/o amorosa. La culpa no es de ellas. ¿O es que si la rechazan ellos se sienten menos machos o creen que sus pares los van a ver así?”, denuncia la periodista Mariana Carbajal, una de las fundadoras del colectivo Ni Una Menos contra la violencia machista. “Hay mujeres para las cuales que un hombre esté casado no implica un límite. ¿Son zorras? Son mujeres con los mismos códigos de hombres para los cuales que una mujer esté casada no implica un límite”, agrega.
“¿Se puede condenar a una mujer por lo que hace un varón? No. Ser infiel o no serlo es una decisión de un hombre con la esposa o novia (y no con la tercera en discordia) y un pacto —si existe— que cumple el marido con su esposa, si es que el pacto es de fidelidad mutua.”, escribe Luciana Peker, autora del libro Putita Golosa. “Una mujer no roba a un marido, en principio, porque los hombres no son una pertenencia. No solo por respeto a las mujeres, sino por respeto a ellos, que no son objetos inanimados -como una caja fuerte- que se dejan saquear sin que su deseo o decisión pulse enter o de la clave para abrir su cuerpo o su corazón”, continúa.
Los inicios de la pareja fueron tan turbulentos como su final. Wanda Nara estuvo casada con otro futbolista, Maximiliano López, con el que estuvo tres hijos, antes de dejarlo y empezar una relación con Icardi. Como los jugadores eran amigos, la sociedad argentina acusó a Icardi de “no tener códigos” y hasta se popularizó el verbo icardear como sinónimo del amigo que traiciona a otro en cuestiones amorosas. El ídolo futbolístico Diego Armando Maradona aseguró que nunca convocaría al delantero a la selección si hubiese vuelto a dirigir a la Albiceleste. “Para mí no existe”, dijo a modo de respuesta.
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