Juchitán, Oax.- El 18 de junio, Juan de Jesús Díaz Trinidad, joven ikotjs de 19 años de edad, dejó su natal San Dionisio del Mar, Oaxaca con la esperanza de trabajar y mejorar su vida en Estados Unidos; su anhelo era casarse y tener una casa propia, pero su sueño quedó truncado, murió en el desierto del lado norteamericano y ahora sus familiares buscan ayuda para su repatriación.
Juan de Jesús, quién el pasado 2 de julio cumpliría 20 años de edad, no es uno de los mexicanos que falleció en la tragedia de Texas. Sin embargo, sus padres Virginia Trinidad Cantero y Juan Díaz Zurita, solicitan ayuda para ver y abrazar su cuerpo por última vez, tal y como lo hicieron cuando dijo que emprendería el sueño americano.
El joven ikotjs tenía estudios de preparatoria, pero ya no pudo continuar con una carrera, porque su familia es de bajos recursos; entonces decidió emigrar con la única intención de mejorar sus condiciones de vida, tal y como ocurre con decenas de personas de este lugar que cada vez ven como su mejor opción la migración.
“Sólo quiero abrazarlo por última vez y saber que ya descansa”, dijo su madre Virginia Trinidad al narrar lo doloroso que han sido sus días, desde que se enteró el pasado 25 de junio a través de un mensaje en su celular que su hijo se había quedado en el desierto.
Angustiada por la noticia, llamó al consulado y al Instituto Nacional de Migración (INM), quienes le dieron señas de las personas que habían sido halladas sin vida y figuraba la de su hijo; la misma coincidencia tuvo en la funeraria.
“Quisiera que todo fuera una mentira, despertar de este sueño y saber que nada ha pasado con Juan de Jesús, mi corazón está muy triste y ahora lo que pido es que su cuerpo llegue para abrazarlo por última vez y darle una digna sepultura”, explicó.
Todo ha sido a distancia y eso la mantiene en la zozobra y desesperación porque no tiene dinero, por eso solicita al gobierno mexicano o a las autoridades de Oaxaca que le ayuden para la repatriación del cuerpo de su hijo.
“Soy ama de casa y mi esposo es campesino, nosotros no tenemos dinero para pagar a una funeraria y traernos el cuerpo de mi hijo, por eso pido ayuda al gobierno mexicano y de Oaxaca, a las instancias como el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) para que pueda traer a mi hijo de regreso a mi casa”, puntualizó.
Virginia está triste, se le escucha en la voz y se le mira en el rostro. Desde que se enteró de la noticia no duerme y come poco. “Juan de Jesús era mi hijo menor, ahora solamente me queda uno, se fue mi corazón chiquito”, aseguró.
Su padre Juan Díaz Zurita y su hermano Luis Alberto Díaz también se unieron a esta petición y solicitaron ayuda urgente a las autoridades para que les concedan ver por última vez a Juan Jesús y darle un adiós digno, con los rituales de la comunidad ikotjs.
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