Madres buscadoras, una luz contra la desaparición forzada

Madres buscadoras, una luz contra la desaparición forzada

Por Andrea Ceballos Jaime 

Los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas están conformados en su mayoría por mujeres. Madres, hermanas, nietas, hijas, mujeres han liderado la lucha por la desaparición forzada en México, ante la ausencia del Estado. 

El 10 de mayo, Día de las Madres en México, las miles de madres buscando a sus hijas e hijos no celebran, sino que exigen verdad y justicia, al igual que recuerdan a las mujeres que han perdido la vida en su labor de búsqueda. 

“La mayoría somos mujeres, solo hay dos o tres padres. Es un grupo de hermandad”, me dice en una entrevista para Aristegui Noticias Rosalía Castro, cofundadora del Colectivo Solecito en Veracruz. Mientras viste una playera con la foto de su hijo Roberto Carlos Casso quien desapareció desde 2011, Rosalía me cuenta sobre el papel que han tenido las madres en la lucha contra la desaparición forzada en México. 

Rosalía Castro es mujer, madre, odontóloga, buscadora y cofundadora del Colectivo Solecito de Veracruz. Ella, junto con más de 300 mujeres del colectivo buscan a sus desaparecidos, a “sus amores” como le gusta decir.

“Las madres buscadoras han logrado subvertir de alguna forma los roles que se han establecido socialmente reclamando su derecho a participar de un modo u otro, no solamente de la búsqueda sino también de todos los procesos que buscan garantizar el acceso a la justicia”, señala Mitzi Elizabeth Robles, filósofa e integrante del Grupo de Investigaciones en Antropología Social y Forense (GIASF).

Foto: Cuartoscuro

En México, las madres buscadoras son intimidadas y amenazadas en su labor de búsqueda, pero tanto es el dolor que se convierte en fuerza. Rosalía cuenta que la han encañonado tres veces para detener su búsqueda. 

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en 2022 cinco madres buscadoras fueron asesinadas. El 2 de mayo del presente año, Teresa Magueyal, fue asesinada por buscar a su hijo Luis Apaseo Magueyal que fue desaparecido el 6 de abril de 2020 en Celaya, Guanajuato.

“Mi hijo no merecía ser desaparecido ni todos los demás, entonces el miedo que sientes al principio se convierte en fuerza y en valor y a luchar y a gritar y hacer marchas, manifestaciones y todo lo que tengas que hacer”, me contestó Rosalía cuando le pregunté si siente miedo. 

Las mujeres en México, y en general en Latinoamérica, han creado colectivos en los que buscan bajo sus propios recursos a sus desaparecidos y dejan su vida como la conocían para dedicarla a buscar a sus seres queridos. Mitzi menciona que en ocasiones esto termina por exacerbar su vulnerabilidad y colocarlas en contextos precarizados. 

“El Colectivo Solecito es un colectivo activo que para sustentarlo hacemos rifas. Mi consultorio de odontología se convirtió en bazar. Nosotros tuvimos que comprar toda nuestra herramienta, desde picos, machetes, hasta el agua”, contó Rosalía Castro en su experiencia de la exhumación realizada en Colinas de Santa Fe, Veracruz, en donde se hayo la fosa clandestina más grande del país. 

Foto: Cuartoscuro

María Herrera, madre buscadora y recién considerada por la revista Time como una de las 100 mujeres más influyentes en el mundo, dice que a través de los colectivos “se hermana el dolor”. 

Portando la foto de sus seres queridos, caminando por tierra, picando el suelo con varillas de fierro y excavando con palas, las mujeres buscan a sus desaparecidos. Con la pregunta “¿Usted a quién busca?” comienza la complicidad entre las buscadoras. 

Mitzi señala que “la sociedad sigue estructurada de tal manera que el ámbito de los cuidados que es tan amplio y complejo que continúa delegado hacía las mujeres y eso es un reflejo en los colectivos de búsqueda que reflejan el sostenimiento de la vida”. 

Bajo esta línea, Mitzi Robles señala que no se debería de idealizar el hecho de que sean en su mayoría las mujeres las que encabezan la búsqueda y lucha por justicia en la desaparición forzada. 

“En realidad deberíamos de estar criticando esto en el sentido de que el género sigue estableciendo estructuras de opresión y violencia que recaen de una manera particular en las mujeres con características socioeconómicas y culturales muy particulares”, señala. 

Foto: Cuartoscuro

La desaparición forzada es el último eslabón de una cadena de violencia, según Mitzi, se trata de la violencia más abismal y ominosa porque se comete contra la vida y la dignidad de la persona en la que se esconde la cadena de delitos que llevaron a este punto. 

Hay una gran insensibilidad en torno a la desaparición forzada en México. Son pocas las personas no familiares de las víctimas que acompañan en los procesos de búsqueda y justicia, lo que refleja en parte la estigmatización y criminalización que existe hacía las víctimas. 

“Necesitamos cuestionarnos por qué tendría que importarnos la búsqueda de una persona que no es nuestro familiar, que al final es una frase que las familias han utilizado para marcar que con la desaparición de su ser querido deviene una especie de desaparición de sí mismas o sea hay algo de ellas que se pierde con sus seres queridos, pero también hay una interpelación directa hacia la sociedad porque somos una sociedad de desaparecidas y desaparecidos en México”, señala Mitzi. 

En este Día de las Madres, Rosalía Castro recuerda que hoy las sostenedoras de la vida aún siguen siendo las madres y las mujeres que forman los colectivos alrededor del país. 

Hijo yo soy tu voz y la de todos los desaparecidos, tú no estás, no puedes hablar, no puedes defenderte, pero aquí está tu madre que va a hacer todo, hasta el último aliento de su vida en buscarte y encontrarte y para que esto algún día cambie y ya no haya más desapariciones”,me acaba diciendo Rosalía.


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