Los graves incidentes y el caos organizativo vividos en Saint-Denis antes, durante y después de la final de la Champions disputada el pasado sábado entre Real Madrid y Liverpool sigue trayendo cola una semana después del encuentro. Los problemas en los accesos que obligaron a retrasar el inicio del encuentro 37 minutos, la negligente actuación de los gendarmes para evitar que bandas organizadas atracaron con total impunidad a los aficionados, y la nula asunción de responsabilidades por parte de los organizadores (UEFA y Gobierno de Francia) de uno de los eventos deportivos más importantes del año, ha puesto de acuerdo a los contendientes de la final, cuyos seguidores sufrieron en sus carnes un día de angustia, miedo y peligro que a punto estuvo de desembocar en tragedia.
Ante el atronador silencio de la UEFA, que eligió esta sede a dedo después de descartar que la final se disputara en San Petersburgo por la invasión rusa a Ucrania, el Real Madrid ha emitido hoy un comunicado tras hacerse eco de las quejas de cientos de aficionados exigiendo responsabilidades por lo sucedido en el Stade de France y sus aledaños.
“Queremos saber cuáles fueron las razones que motivaron esa designación de la sede de la final y qué criterios se tuvieron en consideración teniendo en cuenta lo vivido ese día”, solicita en un comunicado respaldado también por el Liverpool, que trabaja desde hace días para recopilar testimonios de lo sucedido. Hasta ayer, se habían completado 6.500 formularios en la web del club red.
“Pedimos respuestas y explicaciones que determinen quiénes fueron los responsables que dejaron desasistidos e indefensos a los aficionados”, sigue el club blanco. “Nuestros seguidores y aficionados merecen una respuesta y que se depuren las responsabilidades pertinentes para que situaciones como las vividas queden erradicadas para siempre del fútbol y del deporte”, cierra el Real Madrid.
La primera reacción de los responsables franceses fue culpar de la situación vivida a los miles de hinchas del Liverpool que llegaron sin entradas. Tanto el ministro de interior como la titular de deportes, en su comparecencia el lunes, negaron cualquier responsabilidad en los hechos. Mientras tanto, la UEFA guarda silencio. Aleksander Ceferin, presidente del organismo, evitó referirse al caos vivido en Saint-Denis en una entrevista realizada en Wembley después de la Finalíssima entre Italia y Argentina.
El director ejecutivo del Liverpool, Billy Holgan, volvió ayer a la carga. “Hemos vuelto a pedir una investigación, no un informe, son cosas diferentes. Hoy hemos vuelto a escribir a la UEFA y hemos planteado cuestiones específicas que nos gustaría que aclararan en torno a los detalles de esta investigación”, reflexionó. “El dolor, la pena, el daño, el perjuicio (…) y que ahora un ministro francés diga que sólo los aficionados del Liverpool han sido un problema, es simplemente vergonzoso. El Real Madrid ha dejado claro que sus aficionados también han sufrido”, manifestó Holgan.
Por el momento, el Real Madrid reacciona días después de los festejos y se une al Liverpool para exigir responsabilidades. Ambos clubs se sienten víctimas por los graves hechos acontecidos en Saint-Denis, de los que culpan a los organizadores.