Manu Molina (30 años), el último fichaje hasta el momento del Real Zaragoza para la temporada 2022-23, ha señalado en su presentación como nuevo jugador del equipo maño que lo que se vive en el club aragonés es “diferente” a lo que se vive en el resto de equipos.
“Había otras ofertas pero estar en Zaragoza es un gran paso en mi carrera. Es un gran proyecto, un gran club. Lo que se vive en Zaragoza es diferente al reto de equipos y yo quería eso”, ha añadido en rueda de prensa.
Carcedo, clave
El centrocampista ha explicado que además tenía el aliciente de haber coincidido anteriormente con el que ya es su técnico, Juan Carlos Carcedo.
“El míster me conoce bastante y quería estar con él porque me gusta su forma de ver el fútbol. Además, sé lo que nos puede dar y lo que nos puede ayudar a todos para conseguir los objetivos”, ha apuntado.
A pesar de que Molina y Carcedo coincidieran en el Ibiza la presencia del técnico no ha sido la única razón para fichar por el conjunto blanquillo porque el jugador ha explicado que transmitió desde el primer día al club que su ilusión era jugar en el Zaragoza.
“Me encanta tener esa presión”
“Quería dar un paso en mi carrera y estar en Zaragoza conlleva eso. Me encanta tener esa presión y no había ninguna duda. Si no hubiera estado el míster igualmente me hubiera decidido por el Zaragoza”, ha desvelado.
Manu Molina se ha definido como un jugador al que le gusta tener el balón y presionar tras pérdida además de tener personalidad.
“Me gusta demostrarlo en el campo. Nunca me he escondido”, ha comentado para añadir que le gusta hacer buenos a los demás y que llega para aportar su granito de arena y ser valioso para que al equipo le vaya “genial”.
“Me tendré que dejar la piel en el campo”
“No paro quieto y me gusta pedir y tener el balón. El entrenador me conoce y sabe lo que le puedo dar tanto de 6 como de 8 pero aunque me conozca empiezo de cero y me tendré que dejar la piel en el campo para entrar en el once titular”, ha destacado.
El nuevo fichaje del conjunto aragonés opina que el ascenso a Segunda que consiguió con el Ibiza fue su punto de inflexión y que se demostró a sí mismo que valía para jugar en Segunda.
“Estoy en mi mejor momento, en un punto de madurez que no tenía antes. Espero disfrutar y que en el Zaragoza disfruten de mí”, ha deseado.
Sobre el nuevo proyecto zaragocista y el nuevo intento por ascender ha opinado que son muchos los equipos y muchos los proyectos en la categoría que buscan lo mismo y que hay que tener “mucha regularidad” para tener éxitos.
“Hay que ir pasito a pasito y empezar la casa por abajo y no por el tejado”, ha apostillado.