El fútbol, como lo entendíamos hasta hace menos de un mes, vivió su último día de gloria, expresándose al máximo de su atractivo y pasión, en el Reino Unido. El Liverpool-Atlético de Madrid (2-3) disputado en Anfield
Road, posteriormente criticado por la imprudencia que supuso permitir que 3.000 madrileños se desplazaran hasta la ciudad del Mersey, ha sido el último gran partido que se ha disputado antes de que el fútbol se viera obligado a echar su gran persiana debido a la pandemia.
El parón futbolístico a nivel mundial ha cogido a muchos de sus protagonistas cerca de sus domicilios -es el caso de los canteranos de la Real- pero, al igual que ocurre con los extranjeros de club txuri urdin, todos aquellos profesionales guipuzcoanos que desempeñan su labor fuera de nuestras fronteras han quedado atrapados, en su gran mayoría, en un confinamiento que para ellos va más allá ya que además de impedirles desempeñar con normalidad su profesión, en algunos casos supone hacerlo lejos de sus seres queridos.
Xabier Manzisidor (Pasai San Juan, 1970) es el entrenador de porteros del Manchester
City desde que Manuel
Pellegrini fichó por los ‘skyblues’ en verano de 2013. El guipuzcoano ligó su carrera al preparador chileno en 2009, cuando la Real prescindió de sus servicios, y tras trabajar en el Real Madrid y el Málaga con él, emprendió la aventura inglesa hace siete años, permaneciendo en el club tras la llegada de Pep
Guardiola en sustitución del veterano entrenador sudamericano. Manzisidor, que trabajó en Zubieta durante una década, primero en el fútbol base y a partir de 2002 en el primer equipo, aguarda ahora en Inglaterra las noticias que les permitan reanudar la actividad, si bien asumen que no será a corto plazo. La Premier, inicialmente, anunció su intención de reanudar la competición el 30 de abril, pero se ha descartado ya esta fecha y el equipo de Guardiola, al igual que la gran mayoría de conjuntos europeos, empieza a interiorizar con resignación que será difícil volver a entrenar a lo largo de este mes de abril.
El técnico guipuzcoano, adelantándose a lo que se venía, desplazó a su mujer y a sus dos hijos a Donostia y, por tanto, permanece en Manchester solo en su domicilio, una casa unifamiliar, en la que trata de ocupar las horas del día llevando a cabo diferentes tareas. El contacto con el staff de Guardiola es periódico, si bien la situación en la que se encuentra el fútbol hace que los grupos de whatsapp no echen el humo que acostumbran a echar. Es un escenario más parecido al de la vacaciones de verano y, por tanto, se habla poco de fútbol.
En Inglaterra, eso sí, está permitido salir a pasear al parque e incluso a hacer deporte al exterior y, por tanto, Manzisidor, que siempre se ha mantenido en forma, continúa haciendo ejercicio fuera de casa, así como en el interior de su domicilio donde dispone de un pequeño jardín y una bicicleta estática. Todo con el objetivo de que estar lo mejor preparado para cuando se reanude la competición que, en el caso del City, además, supondría una intensa actividad a lo largo del verano si las competiciones se juegan como está previsto. Tras finalizar una Premier virtualmente ganada por el Liverpool, le aguardaría la Champions en agosto con el partido de vuelta frente al Real Madrid al que derrotaron en el Bernabéu (1-2).
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