La precocidad de Mikel
Oyarzabal hace tiempo que dejó de ser noticia. Camino de los 24 años, el eibarrés sigue superando barreras con la misma facilidad que lo hace desde que el 25 de octubre de 2015 se enfundara la elástica txuri urdin en el Ciutat de Valencia para debutar con el primer equipo. La novedad es que el ‘10’ supera ahora esos obstáculos a mayor velocidad, lo que le está haciendo adquirir una dimensión mayor que hace imposible establecer límites a su progresión.
Ante el Cádiz
Oyarzabal marcó dos nuevos goles, con los que ya iguala los 12 que anotó la pasada campaña pese a haber disputado 19 partidos menos. Y está a sólo dos de alcanzar los 14 que consiguió en las temporadas 17/18 y 18/19 y que son a día de hoy su mejor registro anotador.
Cinco años de su primera diana
El lunes se cumplieron cinco años de su primer tanto con la Real, un lustro en el que ha anotado otros 61 que le sitúan en el puesto 23 entre los mejores artilleros realistas de la historia. Ya ha igualado a Willian José y de mantener su actual progresión realizadora finalizaría esta campaña en el top-20.
Lo que parece evidente es que dada su edad, y si continúa en el club, Oyarzabal está destinado a convertirse en uno de los grandes goleadores de la historia de la entidad. A su edad sólo cuatro jugadores superan sus actuales cifras. Paco
Bienzobas, primer pichichi de la historia de la Liga y como Oyarzabal un consumado lanzador de penaltis -falló uno en toda su carrera-, sumaba 84 y sólo su marcha a Osasuna, donde marcó 48 goles más, impiden que ocupe un lugar más alto en el ranking. Roberto López Ufarte (71), Cholín (67) y Jesús Mari Satrústegui (64) mejoran las cifras del delantero eibarrés a su edad y todos ellos forman parte del top-5. Únicamente Sebas Ontoria, goleador más tardío y que marcó 23 tantos antes de cumplir los 24 años, no aparece en esta lista de goleadores precoces en la Real.
Pero la producción ofensiva de Mikel
Oyarzabal no se limita únicamente a sus goles porque además de sus 62 dianas acumula 41 asistencias, seis de ellas esta misma temporada. Es decir, que directa o indirectamente ha participado en 103 goles de la Real. Una barbaridad.
Este frío dato adquiere todavía una mayor importancia si analizamos su impacto en la producción ofensiva el equipo. Y es que con el ‘10’ sobre el césped, la Real ha anotado 287 goles, 62 de los cuales han llevado su firma o, lo que es lo mismo, con él en el campo ha anotado el 21,6% de los tantos de la Real. Si a los goles le sumamos las asistencias, vemos que directa o indirectamente Oyarzabal ha participado en el 35,8% de los tantos del conjunto txuri urdin, lo que denota la importancia del jugador en el equipo, amén de otras facetas menos tangibles pero igualmente beneficiosas para el colectivo como su trabajo en el campo, su lectura del juego o su compromiso.
Las comparaciones dicen que son odiosas pero en ocasiones ayudan a contextualizar muchas cosas. Así por ejemplo, Marco
Asensio, un futbolista un año mayor que Oyarzabal, internacional como él y al que siempre se ha solido ensalzar por sus actuaciones, suma desde que llegó a la máxima categoría 208 partidos en los que ha marcado 36 goles y ha dado otras tantas asistencias.
Así se entiende la importancia que para todos sus entrenadores siempre ha tenido Mikel
Oyarzabal que, de sus 220 partidos con la camiseta de la Real, sólo en 25 no fue titular y prácticamente todos bien para dosificarlo, bien por estar saliendo de una lesión.
De ahí que con menos de 24 años el ‘10’ txuri urdin, salvo contratiempo de última hora, vaya a sumar este domingo su partido número 221 con la Real, lo que le igualará con Andoni
Imaz y le permitirá entrar en el top-50 de jugadores con más partidos en el club. Una barbaridad.
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