En una semana de festivos intermitentes, el jugador-presidente del Bàsquet Girona, Marc Gasol, ha salido a la palestra para hacer balance del primer tercio de temporada del club. Comedido con sus palabras y desviando las cuestiones puntiagudas, como la posible llegada de refuerzos, el mediano de los Gasol ha reconocido el momento de frustración que atraviesa el colectivo.
“Hemos tenido varios partidos con la victoria a tocar y eso genera frustración por estar cerca del premio”, ha asegurado. “Colectivamente, he visto que cuando estamos bien y jugamos consistentemente en ambos lados somos un equipo difícil de defender. Pero se nota demasiado cuando tenemos un apagón y todavía no conseguimos minimizar eso. Necesitamos entender qué se necesita en cada momento y ese es un proceso largo y a veces frustrante”.
Cuestionado sobre la situación del equipo, Gasol ha sido tajante: “Estamos convencidos de que si mejoramos la situación será la que todos deseamos. Y si aun así no llegamos, pues podremos estar tranquilos de haber hecho todo lo que estaba en nuestras manos”.
Subrayando los ya clásicos argumentos que ha puntualizado en repetidas ocasiones Aíto García Reneses, el jugador-presidente ha destacado que el grupo está trabajando para mejorar cada día: “Veo a los jugadores y creo mucho en ellos. Son capaces de hacer más. Sin duda el equipo tiene mucho margen de mejora y hacemos las cosas que toca hacer. Hacer las cosas en el momento justo es un proceso largo. A veces cuesta hacer el camino más difícil del jugador de entender la foto en grande. Los jugadores están trabajando para conseguirlo y ahí estamos”.
Sobre ese aspecto, el pívot ha subrayado que la mejora grupal pasa por la mejora individual: “Al final todo pasa primero por un ejercicio individual, como jugadores tenemos que hacer eso. Debemos hacer un esfuerzo para mejorar, a lo mejor mi nivel no será el de Lebron James, pero será mi máximo. Pero si no lo hacemos, bajamos mucho el nivel y no tenemos la experiencia o el aplomo como grupo para ganar partidos con un nivel bajo”, ha destacado.
Respecto al papel del entrenador, Gasol ha insistido que su quehacer es incuestionable y que dentro de la pista es un jugador más. “Como presidente no me involucro con las decisiones de Aíto, porque él tiene mucha más experiencia que yo. Tampoco son muchos los minutos que puedo estar en pista, pero por suerte Sorolla y Miletic están siendo un buen relevo”.
Sobre su estado de forma también ha descartado hacer valoraciones personales, aunque ha añadido que ha llovido mucho desde que fue MVP de la liga: “La ACB de antes no es la de ahora. Al final mis números no son importantes. Quiero estar en pista y ayudar a los compañeros y quiero que todos se sientan importantes para que crezcan como jugadores. No sirve de nada tener los mejores números si luego pierdes partidos”.
Liderando la pista y los despachos
Interpelado por la responsabilidad que supone ejercer de líder en ambos lados de la pista, como jugador y como presidente del club, el mediano de los Gasol ha sido tajante: “Yo he escogido estar aquí e involucrarme tanto. Es una decisión consciente que tiene momentos de frustración, sobretodo en el lado deportivo, pero estoy muy contento con la situación del club. No pesa este rol. Hay situaciones nuevas o que no estamos acostumbrados a vivir. Pero el año pasado me preparé bastante y creo que la comunicación es buena y no está pesando”.
El jugador ha concluido que el club que ha creado ya es mucho más que el emblema de un primer equipo en la ACB: “Creo que el club está en un momento muy dulce y aunque podamos cometer errores, tenemos que dar servicio a todos. Y en eso estamos. La base crece y me da orgullo pensar que gracias a crear el club en 2014 ahora hay niños en la Minicopa. Esto ya va más allá que cualquier resultado deportivo en la ACB y espero que la situación del primer equipo no ensombrezca todo lo demás”.