El rumor hacía semanas que planeaba por el paddock y este viernes incluso Marc Márquez lo negó en rueda de prensa cuando se lo preguntaron directamente con la boca pequeña, pero la evidencia era que ese brazo derecho por el que no le gustaba que le preguntaran, no estaba dando su máximo ni le permitía dar su máximo. Y se confirmó. Este sábado, después de la clasificación del GP de Italia de MotoGP en Mugello, el catalán y el equipo Repsol Honda han confirmado en una rueda de prensa excepcional que Marc pasará por cuarta vez por el quirófano para operarse del brazo derecho, la que todos confían que será la definitiva.
El martes tomará ya el avión que le debe llevar hasta Rochester, en Estados Unidos, donde el jueves el doctor Joaquín Sánchez-Sotelo realizará la cirugía en la Clinica Mayo que consistirá en la extracción de materia ostosíntesis en el hombro derecho con una osteotomia humeral para mejorar esa rotación extrema del brazo y fijar la estabilidad del hombro que aún lo tiene dañado. El propio Marc confirmaba que no habrá prisas, ni plazos de regreso. “Lo hago a mitad de temporada que es lo mejor para abonar un buen futuro”.
Ahora mismo no podía ya dar más de sí, hay un exceso de rotación en el húmero. “En la recta voy en una posición de brazo más abierta, y en las curvas a izquierdas subo mucho el codo para tratar de compensar la rotación y se me ha montado el antebrazo y me llega el dolor al hombro y ahora ya pasaba al hombro izquierdo porque estaba compensando. Tenía que pilotar de forma más fluida y no es mi estilo, y de un FP a otro con altibajos porque no podía mantener la misma posición sobre la moto. En curvas a derecha no puedo frenar como quiero y espero en el futuro pueda volver a vivir salvadas y derrapadas y disfrutar sobre la moto”.
El calvario no se inició aquel 19 de julio de 2020 con su error en forma de caída en carrera en Jerez, cuando ya había remontado hasta las plazas de podio tras una salida de pista previa y donde entre la durísima caída sobre el asfalto y el impacto de pleno de su Honda se fracturó el brazo derecho por el tercio medio del húmero. Se inició el 27 de noviembre en aquella operación preventiva en el hombro derecho para ponerle un tope óseo y acabar con las subluxaciones. La recuperación se alargó porque quedó tocado el nervio axilar que pasa entre el músculo deltoides y el húmero, según confesó posteriormente el piloto.
Por la fractura del brazo derecho sufrió tres operaciones a lo largo de 2020. El 21 de julio le colocaron una placa de titanio con 12 tornillos y descartaron lo que más preocupaba a todos, que tuviera tocado el nervio radial lo que les invitó a una machada de volver a competir cuatro días después para el segundo GP en Jerez. Pero la placa acabó cediendo por acumulación de estrés en un accidente doméstico con una puerta corredera días después.
El 3 de agosto regresó al quirófano para colocar una nueva placa y también se hizo un aloinjerto (hueso de cadáver por lo general obtenido de un banco de huesos) para permitir la reconstrucción más rápida de los defectos óseos. Y lo que en un par de meses debía solucionarse, que se consolidase la fractura y se formase el callo, acabó generando una pseudoartrosis sin posibilidad de curar sin una nueva intervención que sufrió el 3 de diciembre, en la que le quitaron la placa anterior y colocaron una nueva con un injerto óseo de cresta ilíaca de su pelvis y lo que se denomina un colgajo libre cortico-perióstico que se tomó de la cara interna del fémur con los vasos sanguíneos.
Pero desde que regresó a las pistas para el tercer GP de 2021 en Portimao, las secuelas no le dejaron pilotar a lo Márquez. Sí ganó tres carreras en 2021, pero sin recuperar a su antiguo yo, ni avanzar en su recuperación. Luego llegarían para rematar los dos episodios de diplopía tras sendos golpes en la cabeza, a final de octubre de 2021 en un entrenamiento con una moto de cross y este 2022 en el warmup de Mandalika. Fue en aquel parón de cuatro meses en invierno cuando ya se valoró la cuarta intervención en el brazo derecho porque ese exceso de rotación del húmerp, pero el hueso aún no estaba soldado y se pospuso.
A cambio Marc se trasladó a Madrid para estar más cerca del doctor Antuña y para recuperarse con el equipo del doctor Cotorro. Lo ha puesto todo de su parte, ha trabajado como nunca en su cuerpo y tras Jerez ya empezaron a evaluar la operación. Tras una radiografía en 3D ayer al mediodía llegó la respuesta del doctor Sánchez-Sotelo, el eminente cirujano madrileño especialista en hombro y codo de la Clinica Mayo: “Ven aquí y te lo arreglaremos”. El propio Samuel Antuña de la Ruber Internacional de Madrid que salvó ese hueso en diciembre de 2021 se lo transmitía: “Si yo tuviera que operarme el brazo me pondría en manos del doctor Sánchez-Sotelo sin dudarlo”. Y dicho y hecho.