Claramente Marc Márquez no está para centrarse en buscar un crono o ir a por el neumático blando para aprovecharlo en este test de Sepang que ya en el pasado les llevó a engaño por la idiosincracia del trazado. Lo suyo es aprobar y descartar piezas y de las tres motos que ha tenido para probar en su box, más una cuarta que es la última versión del pasado año, ya hay una de las ‘negras’ que ha desaparecido, la versión experimental que tenía un caracter distinto.
Y pese a que solo ha dado 36 giros, 26 de ellos solo en seco, ha ido manos a la obra porque no hay tiempo que perder: “Solo dimos 25 vueltas en seco hoy, pero fue suficiente para probar todas las motos nuevas. Pero una ya la hemos descartado”, ha anunciado en rueda de prensa.
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Ahora ya centra toda su atención en las dos unidades que le quedan y la elección no va a llegar obviamente hasta comparar lo que le dan en Sepang con lo que le dan en Portimao, siguiente test, 11 y 12 de marzo. “La decisión de la moto la tomaremos el último día de pretemporada. Estamos empleando mucho tiempo comparando. Es obvio que seguimos estando lejos de los más rápidos”, apuntó y es que optimista no es precisamente lo que destila su lenguaje gestual.
“Ahora mismo no estamos en condiciones de pelear por los cinco primeros. Pero confío en Honda, y espero que demos un paso adelante aquí, y un paso más en Portugal. Solo estamos en el segundo día de la pretemporada”.
No quiere dar demasiadas pistas: “Estoy sufriendo un poco con la parte delantera, pero lo estoy pasando mal en la primera fase de la aceleración, en el primer toque de gas. Eso es lo que mejor hace Ducati. Después, el motor es potente. Caballos tenemos suficientes, lo que tenemos que conseguir es que esa potencia sea más eficiente”.