Enzo Alves Vieira es uno de los 240 niños que desde este viernes y hasta el próximo domingo participan en la XXX edición del Torneo LaLiga Promises Santander, que se disputa en la Ciudad Deportiva Pamesa Cerámica de Vila-real. Nacido en el 2009, como la inmensa mayoría de los participantes en este prestigioso campeonato de categoría alevín (Sub-12), se trata de un delantero corpulento con el que cuenta el Real Madrid en sus filas. Su peinado a lo afro llama la atención al igual que el hecho de que lleve el dorsal número 12, poco habitual en los atacantes. Pero tanto lo primero como lo segundo responden a un motivo común: su padre.
Porque Enzo, aunque en el terreno de juego ocupa una posición muy diferente a la de papá, es hijo de Marcelo, el lateral izquierdo del Real Madrid, que como un padre más se dio cita este viernes en Vila-real para animar a su hijo.
El brasileño se dejó ver desde primera hora de la mañana en las instalaciones de la Ciudad Deportiva Pamesa Cerámica para seguir muy de cerca la evolución de su hijo, animando como el resto de padres y madres que se dieron cita en esta gran fiesta del fútbol alevín.
Durante la matinal, el Real Madrid, señalado como uno de los favoritos a luchar por el título al igual que el Barça, entre otros, ganó los dos partidos. 2-1 ante el Celta primero e idéntico resultado frente al Cádiz más tarde.
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