Marco Sangalli (Donostia, 28 años) pudo vivir en primera persona una de las grandes temporadas de la historia reciente de la Real, la del cuarto puesto de Montanier. El extremo se entrenaba habitualmente con los Vela, Griezmann o Prieto, y llegaría a debutar con el equipo una campaña después. Hoy en el Real Oviedo, disfruta desde la distancia de un equipo que le hace sentir orgulloso.
¿Cómo pasa el confinamiento?
Bien. Estoy en Oviedo, en un piso. Tiene un patio interior que a veces da el sol, así que en esos días aprovecho para coger un poco de energía.
¿Cómo entrenan?
Desde el club nos trajeron una bicicleta y material para hacer ejercicios. Además hicimos una clase de ‘spinning’ con Samuel Sánchez, y sesiones con Ibon Zugasti, el ‘Gallo’, y el triatleta Fernando Alarza. Han estado muy bien. Y luego tenemos entrenamientos de fuerza. A mí me cuesta un poco, la verdad, pero hay que hacerlos.
Es más de balón, entiendo.
(Se ríe). Lo hablaba con Luca. Está enganchadísimo a la bici, se ha comprado el rodillo, todo. Le decía: ‘no entiendo como puedes disfrutar si yo sólo sufro’. Pero es lo que toca.
¿Qué le ha parecido la temporada de la Real hasta el parón?
La estaba disfrutando mucho. Te pones a verles jugar por la tele y da gusto. Es un orgullo.
¿Qué jugador le llama más la atención?
Hay muchos que están haciendo una temporada increíble. Merino me encanta desde que jugué contra él en Osasuna. Este tipo de juego que plantea Imanol le va perfecto. Pero yo que juego en banda, destaco a Oyarzabal. Es un jugador espectacular. Pese a a ser bastante más joven que yo, es una referencia para mí.
Juega en banda, por dentro…
Salvando las distancias, o no porque todavía es muy joven, suelo decirles a mis amigos que su manera de jugar me recuerda a la de Griezmann. Cuando empecé a jugar con Antoine, era tan bueno que lo hacía bien en todos los lados, también más centrado. Ya en el primer equipo, me daba la sensación que podía actuar no sólo en banda, sino por dentro e incluso escorado a la derecha. Ha demostrado que es top en esas posiciones. A Oyarzabal le veo algo similar por cómo se relaciona con los compañeros, su llegada, su trabajo… Es un futbolista increíble.
Usted coincidió con Griezmann, Vela, Xabi Prieto…
Con Griezmann tuve la suerte de estar muchos años en la cantera. Y luego empecé a entrenar mucho con ellos en el año del cuarto puesto, con Montanier. Griezmann era muy, muy constante. Igual llegaba haciendo bromas pero se metía en el entrenamiento y era super competitivo. Xabi Prieto era un referente y lo sigue siendo. Y Vela… Yo no he visto un jugador como Carlos Vela.
…
Tenía una calidad increíble y, a pesar de lo que pudiera parecer, físicamente era un fuera de serie. Tenía esos 5 o 10 metros en los que reunía esa capacidad física y técnica y se convertía en imparable. Recuerdo su partidazo en Lyon, o el gol que mete en la vuelta, que fue ‘maradoniano’. Era una superioridad insultante.
Usted pudo disputar tres partidos en el primer equipo. ¿Qué recuerdo guarda?
Es lo más bonito que me ha dado el fútbol hasta ahora. Debutar en la Real, el equipo del que eres aficionado, socio… Fue un sueño. No quisieron seguir contando conmigo, que es algo que entiendo por el nivel que había, y yo he seguido mi camino, pero guardo un gran recuerdo. Estoy feliz de que ahora mi hermano pueda disfrutar de ese sueño que yo no pude seguir disfrutando.
¿Cómo ve a Luca? También tiene una competencia enorme.
Sí. En mi época, en banda derecha jugaba Vela, si no, Prieto, y si no, el Chory. En su caso, Merino es uno de los mejores interiores de España y Odegaard, qué te voy a decir. Para Luca es su seguda temporada en Primera y, después de todo lo que pasó el año pasado, está compitiendo muy bien y sigue mejorando.
¿Cómo ve la final de Copa?
Ojalá se pueda disputar. Por nivel de fútbol veía a la Real superior. Además, con esa marea que había en Donosti alrededor del equipo, era complicado que se le escapara.
¿Con gol de Luca Sangalli?
(Resopla) Eso sería increíble. Para no olvidar nunca.
Marco Sangalli era uno de los muchos aficionados de la Real que tenían piso en Sevilla par la noche del 18 de abril. “El mismo día del Bernabéu lo cogimos. Además, yo era de los más motivados de la cuadrilla. Aunque era probable que no pudiese ir, quería coger el viaje, el alojamiento, pagar la entrada… Quería vivir ese gusanillo. Les insistí para que lo cogiésemos cuanto antes y ahora seguimos tratando de que nos devuelvan el dinero de la cancelación”.
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