Marcos Llorente fue uno de los grandes damnificados del empate del Atlético de Madrid ante el Alavés en Mendizorroza. El centrocampista sólo disputó la primera parte del encuentro, en la que además completó una mala actuación.
Además de que su rendimiento no fue el mejor, una tarjeta amarilla le dejó marcado. Realizó una dura entrada sobre Lucas Pérez que bien pudo ser de otro color. Simeone le dejó en el vestuario en el descanso, con Thomas entrando en su lugar.
La mejoría del Atlético fue evidente. Llorente no brilló en defensa y tampoco tuvo capacidad para sacar el balón jugado desde atrás por la intensa presión del Alavés y por la falta de movimiento y de ideas en el centro del campo y en el ataque del conjunto rojiblanco.
Los números hablan por sí solos. En esos 45 minutos que disputó, Llorente sólo dio 16 pases, 13 de ellos buenos y tres malos. Recuperó dos balones y perdió 12. Al jugador que más buscó fue a Herrera, en cinco ocasiones, y el que más le buscó fue Arias, cuatro veces.
Llorente fue una de las novedades que el Cholo introdujo en el once en Mendizorroza. Una oportunidad para el madrileño, que en todo octubre sólo ha participado en dos partidos. En el del martes frente al Alavés y hace diez días ante el Valencia en el Metropolitano, donde estuvo 23 minutos sobre el césped. En total, 68 minutos de juego en el último mes de competición. Bagaje pobre para un futbolista que fue una de las grandes apuestas del Atlético en el mercado de fichajes y que, a la vista de los datos, no está teniendo el protagonismo esperado.
El ex jugador del Real Madrid tenía una gran oportunidad en Vitoria, ciudad en la que triunfó para regresar al club blanco, pero no la aprovechó. Era la segunda vez que era titular en toda la temporada. La otra fue el 1 de septiembre ante el Eibar en casa. Y también fue sustituido en el descanso, cuando el marcador era contrario a los colchoneros.
Y ya no es que no haya completado un solo encuentro con el Atlético. Es que no ha jugado más de 45 minutos nunca. En Champions ni siquiera ha debutado. Es el jugador de campo que menos ha jugado de toda la plantilla. Sólo Adán, segundo portero, y el canterano Riquelme, han estado menos minutos en el césped. Aún queda tiempo para que Llorente remonte el vuelo, pero el madrileño fue uno de los grandes señalados de otro decepcionante empate.
Llorente, en una ocasión fallada ante el Mallorca
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